Las arepas, uno de los platos más emblemáticos de la cocina latinoamericana, se disputan su origen entre Venezuela y Colombia. Estas tortitas planas, elaboradas a base de harina de maíz y agua, han conquistado paladares en todo el mundo gracias a su versatilidad y sencillez de preparación.
Aunque las arepas tienen raíces indígenas que se remontan siglos atrás, hoy en día se han adaptado a diferentes recetas y harinas en diversos países. Su presencia en los puestos callejeros y hogares sigue siendo una constante, convirtiéndolas en un auténtico símbolo de la gastronomía latina.
El término “arepa” tiene dos definiciones según la Real Academia Española (RAE), diferenciando entre la arepa de Venezuela, Colombia y las Antillas, y la arepa cubana:
Estas delicias culinarias, a medio camino entre las tortillas, las gorditas y el pan pita, se distinguen por su esponjosidad y su forma circular y semi-aplanada.
Ya sea asadas o fritas, las arepas son un lienzo en blanco para una amplia gama de rellenos, desde los tradicionales como queso, cuajada y plátano frito para el desayuno, hasta con proteínas como pollo, chorizo o carne mechada para el almuerzo. La base de maíz le confiere un sabor único y una textura que combina a la perfección con cualquier ingrediente, convirtiéndolas en un manjar irresistible para los amantes de la buena comida.
Ocarina Castillo, antropóloga de la Universidad Central de América y autora del libro Los panes de esta tierra explica que, según documentos de cronistas e instrumentos utilizados para preparar maíz encontrados en sitios arqueológicos, la arepa es un alimento que ha existido desde antes de la llegada de los conquistadores españoles a América.
El maíz ha sido la base de la dieta de los habitantes a lo largo y ancho del continente desde la época precolombina, por lo tanto, la arepa ha sido un platillo esencial en varias zonas, desde Venezuela y Colombia, hasta Bolivia.
Los historiadores gastronómicos coinciden en que pese a que las arepas, consideradas un ícono muy representativo de la gastronomía y cultura de estos países, presentan similitudes —especialmente en la forma de preparación de la masa— en cada región y en cada familia se tiene una fórmula y una receta muy particular para preparar la arepa
En Venezuela, las arepas son un lienzo en blanco que se pueden personalizar al gusto y según la ocasión. Son muy versátiles y se pueden preparar con una amplia variedad de ingredientes según los gustos locales o individuales. Desde carne desmechada, pollo asado, ensalada, aguacate, queso, frijoles y verduras, hasta huevo, mayonesa, plátano maduro frito, pescado y mariscos, salsas, entre otros.
Una de las arepas más famosas es la “Reina Pepiada”, que se dice que fue creada en honor a la Miss Universo venezolana Susana Duijm en 1955. Esta arepa lleva una deliciosa combinación de pollo deshebrado, aguacate y mayonesa, creando una ensalada cremosa y sabrosa que se ha convertido en un clásico de la gastronomía venezolana.
A diferencia de las arepas venezolanas, en Colombia las arepas más tradicionales son aquellas que se consumen sin relleno y suelen tener un ingrediente graso como mantequilla o aceite en la masa. Son más planas y simples, similares a los panes planos africanos o de la India. Estas arepas colombianas se utilizan como acompañamiento para las comidas, para sumergirlas en salsas y guisos, aunque también se pueden encontrar variantes rellenas, pero las principales son aquellas que van rellenas de queso.
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