Las especias serán siempre nuestra mejor herramienta en la cocina ya que son las encargadas de darle la sazón a nuestros platillos. ¿Te imaginas un plato de birria sin ninguna de las especias que lleva este plato tradicional de Jalisco? por si no lo sabías existen formas correctas para almacenar las especias y nosotros te diremos cómo hacerlo, pero antes conoce un poco de la historia de estos condimentos.
El término especia lo define la Real Academia Española (del latín species) como una “sustancia aromática que sirve de condimento; también podemos mencionar que condimentar (del latín condimentum, de condire) es dar sazón a la comida, es decir el gusto y sabor que se percibe en los alimentos.
Por su parte, el diccionario Oxford define el término especia como “sustancia o extracto vegetal que se añade en poca cantidad a un alimento para darle más sabor o hacerlo más gustoso”, se añade a esta definición “Préstamo (s. XIII) del latín species ‘tipo, especie’, ‘aspecto, apariencia’ y ya en latín ‘artículo comercial, mercancía’.
En términos generales cuando nos referimos a una especia lo asociamos sin lugar a dudas a una incorporación en pequeñas cantidades, o tal vez en mayores proporciones, de partes de plantas que se agregan a platillos tradicionales.
Las especias son utilizadas para dar sabor, aroma, presentación, realzar o bien ocultar el sabor de los alimentos, pero también para preservarlos, como sinónimo se les designa condimento, sazón, aliño, inclusive, adobo o aderezo.
La historia de las especias tiene un inicio incierto que ha sido motivo de controversias, sin embargo, algunos autores proponen que su utilización debió comenzar cuando los primeros pobladores identificaron aromas, colores y sabores en ciertas plantas, encontrando para ellas diversos usos, se lee en el libro Origen, Desarrollo y Legado del Uso de las Especias de Blanca Catalina Ramírez Hernández del Centro Universitario de los Altos Universidad de Guadalajara.
Es probable que el fuego influyera en su aprovechamiento. El dominio del fuego para la preparación de alimentos cambió los componentes químicos de los alimentos que como consecuencia cambiaron el sabor, el color, el aroma, lo cual sucedió en parte por la influencia del material con que se cocinaba y los aportes que hacía al resultado final.
Muchas veces las especias son olvidadas al fondo de las alacenas por lo que llegan a caducar y perder su sabor, para que no te pase esto te damos los mejores consejos para almacenar las especias de manera correcta para que no pierdan sus propiedades y les saques provecho.
Coloca tus especias y plantas aromáticas secas en bolsas o latas protegidas contra la luz, porque el oxígeno y la luz conducen a una oxidación más rápida de los sabores y los ingredientes.
Guarda las especias en un lugar con una puerta opaca. No las guardes sobre la encimera o en estantes abiertos, a menos que los recipientes sean herméticos.
Evita colocar tus especias cerca de la estufa o en una repisa encima de ella, ya que allí pueden calentarse y humedecerse demasiado.
La vida útil de las especias dependerá de si están molidas o enteras. La canela, los clavos enteros, la pimienta o incluso las semillas enteras pueden usarse durante 2 años, especialmente si se muelen justo antes de usarlos. La nuez moscada entera dura incluso hasta 4 o 5 años.
Las especias molidas que ya fueron abiertas pierden su aroma y eficacia después de sólo seis meses y ya no deben usarse después de 1 a 1.5 años como máximo.
La fecha de caducidad indicará el tiempo estimado en el que la especia se mantendrá en perfecto estado. Puedes utilizarlas después de la fecha marcada, aunque con toda seguridad la especia habrá perdido aroma y sabor. Lo mejor es anotar (en un envase o un papel) la fecha en la que compraste o abriste cada especia.
Te recomendamos moler las especias frescas justo antes de usarlas. Puedes usar un molinillo eléctrico de café o hasta un molcajete.