Una buena película de terror puede ser una experiencia emocionalmente intensa y compleja: nos incomoda, nos retuerce las entrañas hasta el punto en el que apartamos la mirada —pero que siempre volvemos a ver, porque nos encanta esa sensación adictiva—. ¿Te imaginarías sentir eso mismo al tener un pastel frente a ti? Pues nos ha pasado con el trabajo de Karen Castañeda, fundadora de la Dark Bakery Nel Pastel.
Esta talentosa artista y repostera ha creado una serie de pasteles hiperrealistas que son simplemente aterradores. Algunas de sus creaciones a simple vista parecen criaturas sacadas de una película o de tus peores pesadillas; pero que con una valiente tajada de un cuchillo revelan que no hay nada que temer: el relleno es puro pastel.
No tenemos duda: cada uno de sus pasteles es una obra maestra en sí misma, y no es difícil entender por qué su trabajo ha sido ampliamente compartido en las redes sociales.
Nel Pastel es un proyecto innovador que desafía las convenciones de las pastelerías tradicionales y su típico enfoque en la estética “muy girly y llena de glitter”. En lugar de ello, este proyecto se inspira los íconos en la cultura pop y busca reflejar su espíritu divertido, disruptivo y super diverso. Con una mente creativa y manos muy talentosas, Karen ha creado su propia identidad pastelera que mezcla un poco de arte, terror y mucho ingenio para crear esculturas comestibles nunca antes vistas.
A través de su trabajo, Karen ha demostrado que la repostería también puede ser una forma de arte y expresión, y que no hay límites para lo que se puede lograr cuando se combinan la creatividad y la técnica. En cada creación, Karen, a partir de su gran afición por el cine y cultura de Terror, pinta y moldea sus pasteles para crear obras que desafíen la percepción del espectador y que lo hagan cuestionar lo que es real y lo que no lo es.
La repostería es un arte que demanda mucha precisión, atención y detalle. Ahora, imagina tener que trasladar todas estas habilidades a la creación de esculturas en pastel. Esto es exactamente lo que Nel Pastel logra conseguir de manera impresionante
Si le echas un vistazo a su feed de Instagram podrás ver más que una mano amputada, una bolsa de Dorilocos hasta un busto del mismísimo Michael Myers. Con todo un compendio de esculturas y lienzos pasteleros basados en la cultura pop, Karen ha resaltado esa habilidad impresionante para montar pasteles que parecen cualquier cosa menos bizcocho y betún.
Es impresionante ver cómo Karen ha revolucionado esta tendencia del ¿Objeto o pastel? hasta niveles inimaginables. Con un modelado fondant y ganache de chocolate y otros insumos de pastelería ha logrado crear figuras hiperrealistas de todo lo que te puedas imaginar.
Ha horneado de todo: desde esculturas de comida típica mexicana, como enchiladas, mazapán de la rosa, Kittychelas, charolas con tacos de suadero, guajolotas, hasta esculturas y bustos muy realistas de personajes de películas de terror. Todos y cada uno, preparados con pan e insumos de repostería.
Su creatividad no se detiene ahí, ya que también nos ha sorprendido con hermosos y realistas retratos de pinturas famosas, como “La noche estrellada” de Van Gogh o un retrato de Frida Kahlo, que parecen haber sido pintados con óleo; pero que en realidad están hechos con betún y colorante alimenticio.
Karen afirma que en realidad pintar en un pastel no es tan distinto a hacerlo en un lienzo. Se trata, ni más ni menos, que traducir las técnicas de pintura a un pastel. Sólo tienes que complementar y familiarizarte con las fórmulas para conseguir los colores y texturas que estás buscando.
En las tierras norteñas de Gómez Palacios, Durango, Karen Castañeda descubrió su pasión por la repostería creativa. Todo comenzó con cupcakes decorados que preparaba junto a su hermana por pura diversión. En esa época, alrededor del año 2014, los cupcakes estaban de moda y eran un elemento popular en las mesas de fiestas de cumpleaños y otros eventos.
Sin embargo, Karen decidió darle un giro a esta tendencia y llevarla a otro nivel. En lugar de hacer cupcakes simples y decorados con los adornos típicos, comenzó a crear diseños artísticos utilizando en su mayoría plumones decorativos (comestibles) y fondant.
Sus cupcakes reproducían figuras icónicas de la cultura pop, como referencias de Edgar Allan Poe o de los Beatles, hasta obras de arte famosas, como la icónica pipa de Magritte, el famoso cuadro El Grito de Edvard Munch o la popular banana de Andy Warhol.
Nadie más en su familia cocinaba ni horneaba. De hecho, Karen cuenta que su mamá era de “esas que nunca prendían el horno”; que, más bien, lo ocupaban para guardar cosas. Así que, fue ella quien tomó la iniciativa de sacar los sartenes y bandejas del horno para prepararse a hornear sus primeras creaciones.
Todo esto sucedía mientras estudiaba una licenciatura en gastronomía. Durante este tiempo, también aprovechó para perfeccionar sus habilidades artísticas y de pintura, que había adquirido en dos diplomados que había tomado en el Claustro de Sor Juana, ya que desde pequeña edad disfrutaba dibujar y pintar.
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Las influencias de Karen Castañeda provienen de diversas fuentes, como su padre, quien la motivó a buscar poner su propio negocio; su madre, con quien veía todas las películas de terror que pasaban en el Canal 5, y su abuela, quien era pintora y maestra de pintura y la inspiró a seguir explorando su creatividad artística.
Aunque Karen disfrutaba mucho pintar en papel, encontró en los pasteles una forma única de expresión artística. Ahora, utiliza pasteles como su medio de expresión preferido, siempre buscando la manera de crear obras que desafían la imaginación y que sean a la vez deliciosas y sorprendentes.
Al principio, Karen vendía cupcakes por pequeños encargos, aunque en su mayoría los preparaba como un ejercicio creativo para ella misma. Fue entonces cuando un conocido se acercó a ella y le preguntó si podía encargarle un pastel. El decorado fue de Game of Thrones, lo que representó todo un desafío para Karen, ya que no había hecho nada parecido antes. Sin embargo, Karen aceptó el reto y comenzó a trabajar en el pastel. Preparó un icónico pastel que erigía el Trono de Hierro, construido con espadas de fondant, mermelada de fresa y alguno que otro abatelenguas de madera.
“Estoy segura de que no fue el mejor pastel del mundo, pero para ser el primero creo que el diseño estuvo bastante bien.”
Este diseño fue el parteaguas para Karen, quien a partir de entonces comenzó a experimentar con la escultura de pasteles y a perfeccionar su técnica para hacerlos cada vez más detallados y realistas hasta obtener los detalles y expertisse que podemos ver hoy en día.
Recientemente, Karen decidió mudarse a la Ciudad de México, donde ha encontrado un público muy receptivo a su trabajo y ha logrado impulsar su arte pastelero a niveles impresionantes. Ahora, además de hornear y decorar pasteles, también imparte cursos y clases —que no te puedes perder— para que cualquiera pueda preparar su propia escultura pastelera.
Al día de hoy, Karen trabaja en su estudio de su Dark Bakery ubicada en su casa, donde se encierra para crear sus obras maestras de pastelería. Mientras escucha podcast de misterios y música rockabilly y punk a todo volumen, se enfoca en construir esculturas y pinturas en pastel. No necesita más que un poco de pan, betún, ganache y fondant para explotar en una vorágine que mezcla las técnicas artísticas y reposteras, para lograr que sus diseños hiperrealistas se vean lo más parecido posible a la realidad.
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Aunque es probable que sus creaciones te causen pesadillas, es difícil no admirar el talento y la habilidad que hay detrás de cada una de ellas. Si eres valiente y tienes un estómago fuerte, puedes disfrutar del trabajo de Karen Castañeda siguiéndole la pista en sus redes sociales. O bien, puedes encargar alguno personalizado para tu próxima fiesta cumpleaños o de Día de Muertos. Pero ten cuidado, puede que te encuentres mirando furtivamente a tus pasteles antes de darles un bocado.