Como cada fin de año, ¡estamos llenas de esperanzas en que 2024 será un mejor año para todas! Por eso, ¡bienvenidos todos los rituales gastronómicos de Año Nuevo! Sobre todo los que nos ayuden a tener voluntad para cumplir todos nuestros propósitos, los que nos llenen de prosperidad y abundancia, y los que nos aseguren que no falte el amor. Aquí tienes algunas ideas de costumbres de fin de año que se acostumbran en distintas partes del mundo. El chiste es que hagas tu propio ritual, ¡nada más poderoso que eso!
¡Que tengan un feliz (abundante, próspero y amoroso) Año Nuevo!
Las lentejas, tanto en México como en otras partes, es símbolo de abundancia. Así que ¡come lentejas en Año Nuevo y asegurarás un año con mucha $abundancia$! También puedes guardar una bolsita con lentejas en tu ropa y te irá mejor si las regalas a tus seres queridos. Lo que sí te recomendamos es NO desperdiciarlas porque puedes cocinar cosas deliciosas con ellas.
Parecida a la anterior, en México la sopa o caldo de habas es amarilla, por lo que las supersticiones de Año Nuevo la relacionan con la abundancia, esta vez, por el color del oro. Se cree que hay que comerla durante la cena de Año Nuevo para tener abundancia el siguiente año.
Lo mismo pasa con el arroz (¡por eso se lo avientan a los novios el día de su boda!) y la miel que es dorada como el oro; así que no descartes comerte un plato de arroz con habas y miel en Año Nuevo. Ok, tal vez mejor cómelos por separado.
En este mismo orden de ideas, en algunos lugares acostumbran comer espinacas, lechugas, acelgas o cualquier hoja que simbolice a un bonche de billetes. Eso asegura la abundancia económica para el año que viene. Según el lugar, se acostumbra comerlas frescas o cocinadas. Algunas familias incluso tienen sus propios platillos típicos de Año Nuevo con hojas verdes.
Los fideos largos representan longevidad, así que quien los coma en Año Nuevo asegurará una buena vida larga. Es una costumbre del Año Nuevo Chino pero hay quien aplica este ritual el 31 de diciembre (igual tampoco hace daño). Sólo recuerda no clavar los palillos dentro del plato de fideos porque eso significa muerte –y no, no queremos eso–.
Si encuentras un poco de azúcar no diluída en el fondo de tu taza de té, ¡es señal de un gran amor que tendrás en el año que viene! ¡A ponerle azúcar al té! Además, a esta idea se le añaden dos: 1) que si se derrama té en la cena de nochevieja, significa que habrá noticias (buenas o malas) pronto y 2) si se deja la tetera destapada es mal augurio, pues el vapor simboliza la buena fortuna ¡y estás dejando que escape!
Quien tiene carne de cerdo en la mesa es una persona afortunada, eso creían los agricultores y, por eso en algunas partes, como en Alemania, se ponen cerditos de mazapán para simbolizar la prosperidad. Además, el cerdo es un ingrediente predilecto en la cultura china, que incluso lo tiene entre sus signos zodiacales por considerarlo un animal de poder. Por eso les gusta comerlo en Año Nuevo, porque los cerdos hurgan en busca de comida moviendo el hocico hacia delante, en vez de rascar el suelo hacia atrás, como las gallinas.
El círculo es símbolo de un ciclo y por eso hay que partir un pastel o pan redondo. Todos deben comer de él y cuando se termina significa que el ciclo del año pasado ha concluido.
Brindar con agua es similar a desear mala suerte, o incluso la muerte. Esta idea viene de la costumbre griega de honrar a los muertos con vasos llenos de agua como símbolo de su viaje hacia las profundidades del Hades.
Los daneses han tenido esta tradición por siglos y se parece un poco a la usanza griega de hacerlo cuando celebran o los judíos que rompen una copa en los matrimonios para augurar la durabilidad. Hay que arrojar contra el suelo la vajilla en la que se cenó y entre más platos rotos haya, más buena suerte habrá el siguiente año. También les gusta saltar desde una silla.
Los escandinavos aman el arroz con leche. Tan es así que en Suecia y Noruega lo sirven como postre de la cena de fin de año con 12 almendras escondidas. Las personas que al comerlo encuentren una de ellas, tendrá 12 meses de buena suerte.
No podía falta esta costumbre entre los rituales gastronómicos de Año Nuevo. Al menos en México y España es uno de los imperdibles durante las doce primeras campanadas del nuevo año. Hay que comer una uva por cada deseo, asegurándose de comerlas todas al final de las campanadas. También aseguran que es mejor que sean seis verdes y seis moradas, para atraer el equilibrio (ying y yang) a tu vida.
Ahora sólo falta que incluyas tu ritual personal de Año Nuevo y quizá funcione mejor que cualquier de los rituales gastronómicos de Año Nuevo que mencionamos antes. ¡Felices fiestas!