Como sucede con todas las tradiciones culturales, la de Acción de Gracias (Thanksgiving) de Estados Unidos ha viajado gracias a la migración y la globalización y se ha ido asentando (poco a poquito) en otros países, empezando por México. Tradiciones familiares y representaciones multiculturales aparte, la comida de Thanksgiving es lo primero que hemos adoptado. La mesa clásica de Acción de Gracias luce más o menos similar en todos lados: un pavo rostizado, rodeado de puré de papas, ejotes salteados y la típica cranberry sauce (salsa de arándano).
Si estás pensando en cocinar una cena de Thanksgiving este año, o se te antoja prepararla para Navidad o sólo tienes curiosidad, aquí tienes una receta de cranberry sauce fácil y rica.
Dato curioso: los arándanos son unas de las pocas frutas nativas de Estados Unidos, así que si buscas un ingrediente que represente la cosecha estadounidense, son los arándanos. Por cierto, si quieres celebrar Thanksgiving, acá hay algunos restaurantes que tendrán cenas especiales.
La clave para hacer la mejor salsa de arándanos es saber que debe quedar dulce, pero no empalagosa, un poco agria pero no demasiado y con una textura parecida a la de una mermelada ligera (esto es porque los arándanos tienen una alta cantidad de pectina (un carbohidrato que existe en muchas frutas, que se libera cuando se calientan y, en presencia de azúcar, se unen entre sí para formar una textura gelatinosa). Ahora sí, vamos a la receta
Recuerda que los arándanos tienen mucha pectina, así que mientras más tiempo cocines tu cranberry sauce, más pectina será liberada y más espesa –y gelatinosa– quedará la salsa.
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