Diana Kennedy fue una defensora y difusora de la cocina mexicana, escritora e investigadora gastronómica que, tras su muerte el pasado 24 de julio, a los 99 años, deja un enorme vacío.
Es por eso que haremos un breve repaso de su vida y sus más 50 años en este país.
Desde su llegada a México en 1957, Diana Kennedy se dedicó a viajar a lo largo y ancho del país para descubrir los secretos de las cocineras de cada comunidad o pueblo.
Ya ahí, comenzaba a investigar concienzudamente los ingredientes y, sobre todo, la armonía entre ellos. También estaba convencida que se debía dar más peso al sabor que a la presentación en los platillos.
Dentro de estos periplos se comenzó a dar cuenta de las diversas causas del abandono del campo mexicano que ha hecho caer en el olvido algunas preparaciones de antaño.
Diana Kennedy se dio a la tarea de registrar una gran variedad de ingredientes autóctonos, mismos que difundió de manera incansable a través de sus libros sobre cocina mexicana tradicional, poniendo énfasis en la conservación y utilización de ingredientes nativos.
La casa en la que vivió hasta su muerte, La Quinta Diana estaba enclavada en la pequeña aldea de San Francisco Coatepec de Morelos, en Zitácuaro, Michoacán.
Esta casa es un perfecto ejemplo de la cruzada ecológica que también llevó a cabo durante gran parte de su vida: construida con adobe, cocina al aire libre con parrillas de leña y hornos, también de adobe, con forma de colmena.
En su enorme jardín sembraba de forma orgánica gran parte de los ingredientes que utilizaba (si, desde mucho antes de que estuviera de moda hacerlo). Además contaba con un invernadero para cultivar plantas, hierbas, maíz y hasta café.
Diana también cuidó infinidad de árboles frutales y los fertilizaba con estiércol. Además, toda el agua utilizada en la propiedad es de tanques que reciclan las aguas residuales, mientras que la mayor parte de la energía es de origen solar.
Fue tanta su pasión por el medio ambiente que, en 1980, estableció la Fundación Diana Kennedy para trabajar en proyectos medioambientales y cocina mexicana.
Además, a lo largo de su vida se pronunció numerosas veces por la conservación del patrimonio alimentario de México y en contra de las semillas modificadas genéticamente, el uso excesivo de empaques y el abuso de químicos en restaurantes y cocinas.
Diana Kennedy editó su primer libro sobre cocina mexicana en 1972, The Cuisines of Mexico, que fue primero editado en inglés, reeditado en 1986 y finalmente traducido al español en 1991.
Siguió su larga lista con The Tortilla Book (1975 y 1991), Recipes from the Regional Cooks of Mexico (1978 y 1990), y The Art of Mexican Cooking (1989 y 2008, también editado en español en 1993).
Más adelante escribió Mexican Regional Cooking (1990, en inglés y español), My Mexico: A Culinary Odyssey with More Than 300 Recipes (1998), Nothing Fancy: Recipes and Recollections of Soul-Satisfying Food (1998), The Essential Cuisines of Mexico (2003) From My Mexican Kitchen—Techniques and Ingredients, (2003) y Oaxaca al gusto: An Infinite Gastronomy (2010); todos publicados tanto en inglés como en español.
Diana Kennedy nació el 3 de marzo de 1923 en Loughton, Essex, Gran Bretaña. A los 19 años formó parte del Women’s Timber Corps (WTC) una organización civil británica creada durante la Segunda Guerra Mundial para el manejo forestal. En 1953 emigró a Canadá donde vivió tres años.
Su primera visita a México fue el 13 de octubre de 1957, cuando se casó con Paul P. Kennedy, corresponsal del New York Times para México y Centroamérica.
Después de vivir algunos años en Nueva York, regresó a México en 1969 para viajar e investigar las cocinas regionales y sus mercados. Estos conocimientos quedaron plasmados en las clases de cocina mexicana que daba en su apartamento en el Upper West Side de Nueva York y en su primer libro The Cuisines of Mexico, publicado en la misma ciudad.
Desde entonces, motivada por el editor de cocina del New York Times, Craig Clayborne, Diana investigó incansablemente la cocina mexicana, llegando a publicar más de una docena de libros sobre este tema, convirtiéndose así en una de sus principales autoridades.
A lo largo de su vida, Diana recorrió gran parte del país, en toda clase de transporte, desde autobuses hasta burros, visitando los más recónditos y coloridos mercados de México y recolectando el conocimiento de tantos cocineros ancestrales.
Este trabajo la llevó infinidad de veces al extranjero, especialmente a Estados Unidos. También protagonizó una serie de 26 capítulos sobre la cocina mexicana para The Learning Channel, por lo que fue una gran influencia en el desarrollo de la misma en Estados Unidos.
A lo largo de su extensa trayectoria, Diana Kennedy recibió infinidad de reconocimientos tanto en México, como en su natal Gran Bretaña e incluso internacionales. Estos son sólo algunos de ellos.
Sin duda una gran pérdida para la gastronomía y ecología mexicana. Te invitamos a conocer más de ella en esta entrevista.