La baklavá es uno de esos postres que se quedan en el alma después de probarlo y su receta es sencilla aunque algo laboriosa, pero siempre muy cumplidora.
Ingredientes receta de baklavá:
- 250 gramos de pistaches sin cáscara y pelados. Si no los encuentras así, tendrás que comprarlos con cáscara, y pelarlos. En ese caso, compra unos 300 gramos.
- 250 gramos de nueces de castilla
- 400 gramos de masa filo
- 250 gramos de azúcar (100 gramos para mezclar junto con los pistaches y las nueces, y 150 gramos para el almíbar).
- 4 cucharadas soperas de aroma de azahar
- 250 mililitros de agua
- 250 gramos de miel de abeja
- 1 cucharadita de clavo molido
- 2 cucharaditas de canela molida
- 200 gramos de mantequilla
- El jugo de un limón.
Preparación
- Si tus pistaches no están pelados, quitarles la cáscara y la piel interna oscura, para que queden lo más verdes posible. Si te cuesta quitar la piel, puedes cocerlos un par de minutos en agua hirviendo y dejarlos enfriar, para que sea más fácil.
- Trocear ligeramente los pistaches y las nueces, con ayuda de un cuchillo, para que queden pequeñitos pero no en polvo. Reservar el polvo que quede para la decoración final.
- Mezclar en un bol los pistaches, las nueces, 100 gramos de azúcar, 2 cucharaditas de canela molida y el clavo molido.
- Forrar una bandeja de horno de 30 x 40 centímetros con papel para hornear.
- Derretir la mantequilla por 30 segundos en el microondas o hasta que se derrita, y cubrir el fondo de la bandeja de horno.
- Cortar a la mitad la pasta filo (que suele medir 60 x 80 centímetros) y colocarla en una bandeja de horno de 30 × 40 centímetros. Si tu pasta filo no es de esa medida o cuentas con otro tipo de bandeja, procura que las capas de pasta queden lo más ajustadas posible.
- Colocar la primera capa de pasta filo, y cubrir nuevamente con mantequilla. Repetir la operación con un tercio de la pasta.
- Espolvorear por encima la mitad de la mezcla de frutos secos, repartir bien por toda la superficie y colocar otra capa de pasta encima. Cubrir con mantequilla, hasta terminar el segundo tercio de pasta.
- Añadir otra capa de frutos secos y terminar con el resto de la pasta y la mantequilla.
- Recortar los bordes con exceso de pasta filo.
- Precalentar el horno durante 10 minutos a 180ºC.
- Corta el baklavá en cuadraditos antes de hornear.
- Hornear por 20 minutos, sin dejar que se dore en exceso. Si después de este tiempo sigue muy blanca la pasta filo, dejar en el horno unos minutos más, vigilando que no se pase.
- Preparar el almíbar mientras el baklavá se hornea: Hervir agua y 150 gramos de azúcar en un cazo a fuego medio, removiendo para que se disuelva el azúcar. Añadir la miel y dejar que hierva y densifique. Retirar del fuego y añadir el jugo de limón y el aroma de azahar. Dejar que se enfríe un poco pero no del todo, porque se endurecería.
- Cuando el baclava esté listo, sacar del horno y regar por encima con el almíbar.
- Dejar enfriar y cortar los cuadritos.
¿Y de dónde es la receta de baklavá?
La receta de baklavá es de origen griego, aunque los turcos también se adjudican su autoría. Se prepara habitualmente en Oriente Medio y tiene un marcado carácter árabe, ya que los frutos secos y la miel son los reyes de ese tipo de postres.
Es un postre muy rendidor porque se sirve en pequeñas porciones, contrario a las grandes rebanadas de pastel a las que estamos acostumbrados, ya que su carga de sabor y azúcar es bastante potente.
Y si quieres ofrecer un auténtico menú griego, puedes empezar sirviendo baba ganoush o crema de berenjenas, acompañada con pan de pita casero. Y como plato principal, esta exquisita moussaka griega, una especie de lasaña que en vez de láminas de pasta utiliza láminas de berenjena.
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