Definitivamente, el frío es una de las mejores cosas que le pudo haber pasado a la industria de alimentos, ¡puede hacer que duren años sin descomponerse! Pero ¿qué pasa cuando congelas y descongelas la carne y el pescado sin algunos trucos básicos?
Seguramente has notado que cuando lo haces a las prisas o sin el método adecuado, la carne se desjuga y su textura se vuelve más fibrosa. Esto sucede porque hasta para congelar y descongelar hay un procedimiento que seguir. No es difícil y hará una gran diferencia.
Lo primero que te recomendamos es que, a la hora de congelar cualquier variedad de carne lo hagas en porciones. ¿Vives solo? Empaca los filetitos uno por uno. ¿La familia es de tres? Entonces empácalos juntos. Así evitarás que congeles y descongeles sin fin cosas que no te vas a comer.
Otro tip: pon la fecha del día que congelaste para tener más control del tiempo que dura. Calcula que aproximadamente la carne dura un año congelada.
De acuerdo con las normas sanitarias para manejo de alimentos, la congelación debe suceder rápido para evitar cualquier bacteria o patógeno; así que para eso necesitamos un congelador a muy baja temperatura.
Lo que recomienda la Secretaría de Salud es que sean -18ºC aunque los refrigeradores domésticos alcanzan apenas los -10ºC y con eso tienes. El punto es tenerlo en lo más frío y darle mantenimiento periódico.
Ahí te va un secreto: entre más lleno esté el congelador, mejor. Esto porque tus carnes y proteínas tendrán contacto directo con lo que ya está frío y el proceso será más rápido.
Toda la magia de la congelación culmina a la hora de descongelar que, al contrario de su proceso antecesor, debe ser despacio.
Exacto. Si se te olvidó sacar tu comida puedes hacerlo con algunos trucos para que no quede fibrosa pero la intención es que la descongelación dure por lo menos medio día.
Primero, saca las porciones que vayas a comer y colócalas en el refrigerador durante toda la noche. Al día siguiente notarás que quizás siguen algo firmes.. ten paciencia; esto evitará que entren microorganismos tóxicos a tu carne. Cuando esté más blandita, es hora de cocinar.
¿Por qué hacerlo así? Recuerda que todos los alimentos, incluidos la carne y el pescado, tienen cierto contenido de agua y al congelar se convierte en cristales de hielo. Estos cristales deben deshacerse despacito para que no rompan las fibras del producto.
Si descongelas con un contacto directo al calor -como el rayo del sol, un sartén caliente o agua hirviendo- lo que se logra es que los cristales se destruyan de manera muy agresiva y dañan el producto.