Casa D’Amico celebra el Día del Tiramisú. En una casona en Polanco que sientes como tuya, tienen una de las mejores muestras de este emblemático postre en una bella terraza acariciada por el sol.
El tiramisú es un postre italiano muy popular internacionalmente hecho a partir de galletas humedecidas en café, una crema preparada de huevos y queso mascarpone y cacao espolvoreado.
Lo habitual es que los dos elementos principales, la parte sólida y la crema, se superpongan de forma alternada.
La palabra tiramisú procede del véneto y es una abreviatura de “tira” de tirar, “mi” por aquello de una acción que ocurre sobre nosotros y “su” o arriba: tirar de nosotros hacia arriba o animarnos.
Y justamente eso es lo que consigue el tiramisú de D’Amico, que es bastante fiel a la receta original, pero su plus es que utiliza una mezcla de galletas italianas y un poco de licor de café.
Una vez que terminaste de comer deliciosa comida casera italiana en esta casona catalogada de los años cuarenta, comienzas a considerar si honrar o no al viejo amigo en su día o pruebas algún postre de la nueva carta.
Afortunadamente somos tres, así que cada quién pide un postre diferente y, claro, todos probamos las nuevas propuestas de postres premium, innovadores y deliciosos.
Comenzamos con el Dolce D’Amico, un cremoso de chocolate amargo y uno de chocolate blanco, con crocante de galleta de chocolate y almendras, base de arroz inflado y relleno de trufa.
Mientras que el Dolce Enzo es una tarta con crema de limón verde y amarillo rallados, láminas de oro, y un poco de merengue italiano, acidito y refrescante, para esta temporada de calor.
Walter D’Amico, el chef y propietario de este restaurante nació en Velletri, a 40 kilómetros de Roma. Su historia culinaria comienza en la cocina de su abuela, de la que aprendió a cocinar.
Walter llegó a México seducido por su esposa hace 47 años y abrió D’Amico hace 15, empeñado en dar a conocer la auténtica gastronomía tradicional italiana a los paladares mexicanos.
El plus de ir a pasar tu tarde a Casa D’Amico, además de degustar deliciosa cocina italiana tradicional y sus postres, es sentir el apapacho italiano de sus dueños.
Y volviendo a nuestro amigo celebrado, se cree que el primer trozo de tiramisú se ofreció hacia finales del siglo XVII, en Siena, al Gran Duque de Toscana, Cosme III de Médici.
Sus creadores trataron reflejar las virtudes del aristócrata con el café, representante de su fuerza, el cacao como símbolo de su virilidad y el queso mascarpone como el de su humildad.
Si quieres conocer más acerca de D’Amico, su nueva carta de postres y sus tradicionales platillos italianos, o incluso reservar, visita su página web.
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