Tienen forma de camarón… pero son muy pequeños. Saben parecido a los chapulines, pero con su toque. ¿Qué rayos son los acociles? ¿Mariscos o insectos? ¿Y por qué se nos ocurrió comerlos?
En realidad son un crustáceo de agua dulce muy similar a las acamayas, una especie de camarón endémica de México.
Cuando están vivos son de color café claro; aunque cuando entran en contacto con el calor se convierten a un rojo muy intenso. El sabor es salado; similar a los chapulines, sí, pero con ese dejo de agua dulce que delata el ecosistema en el que viven.
Generalmente se encuentran ya cocidos -es decir, en su tonalidad completamente roja- en canastas dentro de mercados municipales. Suelen ser un tentempié de media mañana cuando se bañan con jugo de limón y salsa picante, aunque también pueden ser parte de un platillo tradicional.
Según el Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana editado por Larousse Cocina, también suelen ser un buen relleno para poner entre tortillas con aguacate, salsa picante y queso fresco.
Es común encontrarlo en la cuenca del Río Lerma y cerca de ahí los cocinan en guisados o tamales.
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