Las alcaparras son el capullo comestible o botón floral del arbusto alcaparrero. Debido a su fuerte y característico sabor, son de esos alimentos que sueles amar u odiar, sin términos medios.
Se suelen consumir encurtidas, lo que destaca sus características organolépticas y su sabor suavemente amargo, que las hace ideales para comerse con pescado, pizzas o pastas, por lo que las vas a encontrar frecuentemente en las gastronomías italiana y griega.
Aquí dos recetas fáciles para que disfrutes esta delicia mediterránea.
Salsa de alcaparras
Aunque esta receta es ideal para pescados de todo tipo, al vapor o a la parrilla, también puede vestir cualquier ave.
Ingredientes
- 1 cucharada de alcaparras
- 1 cucharada de harina
- ½ litro de leche
- 1 cucharada de jugo de limón
- Eneldo fresco al gusto
- 1 cucharada de mantequilla
- Sal y pimienta
Preparación
- Calentar la leche a fuego medio. Cuando esté caliente, agregar sal, pimienta y eneldo al gusto.
- Fundir la mantequilla en un sartén y agregar la harina. Remover hasta que tengan un color dorado.
- Verter poco a poco sobre el sartén la leche caliente y dejar cocer a fuego lento durante unos 15 minutos.
- Añadir el jugo de limón y las alcaparras picadas.
- Mezclar bien y dejar cocer otros 5 minutos.
- Dejar reposar la salsa y verter en una salsera o sobre el pescado o el ave que previamente cocido a la parrilla o al vapor.
- Servir al momento. Lo puedes acompañar de espinacas y jitomates cherry salteados.
Cordero con limón y alcaparras
Este es un plato fácil y sofisticado al mismo tiempo, por lo que te hará quedar bien en esa cena importante.
Ingredientes
- 8 chuletas de cordero
- 2 cucharadas de alcaparras
- ½ cucharada de piñones
- 300 gramos de vino blanco
- 100 gramos de jugo de limón recién exprimido
- ¼ de cucharadita de ajo en polvo
- 2 ramas de perejil fresco
- 4 rodajas de limón
- 1 cucharada de aceite de oliva extra virgen
- Sal y pimienta negra recién molida al gusto.
Preparación
- Calentar un poco de aceite de oliva extra virgen en un sartén a fuego fuerte.
- Incorporar las chuletas cuando el aceite esté caliente, dorarlas por los dos lados. Agregar sal y pimienta al gusto. Retirar antes de que estén bien cocidas. Reservar.
- Cuando estén listas todas las chuletas, bajar a fuego medio y dejar que el sartén se enfríe un poco. Añadir el vino blanco y el jugo de limón. Condimentar con pimienta negra, ajo en polvo y perejil picado al gusto. Reservar unas hojas de perejil para decorar.
- Reducir el vino con limón hasta obtener un punto casi de glaseado.
- Añadir las alcaparras escurridas, los piñones y una pizca de sal de ser necesaria. Mover.
- Reincorporar el cordero y las rodajas de limón, hasta que la carne se impregne bien, aproximadamente por un minuto.
- Retirar del fuego y servir de inmediato.
Las alcaparras… ¡buenas para los huesos!
Entre las propiedades nutricionales de las alcaparras destacan su alto contenido de vitamina K, necesaria para mantener sanos los huesos y que también interviene en una buena coagulación de la sangre.
La buena noticia es que puedes comerlas sin culpa, ya que son mayormente agua y su aporte calórico es de 25 calorías por cada 100 gramos.
Pero también hay que tener en cuenta que son ricas en sodio: una sola cucharada de alcaparras tiene 238 miligramos de sodio lo que equivale a un 16% de la cantidad diaria recomendada. Así que si usas alcaparras, trata de no añadir más sal.
Y si ya se te antojaron unas botanitas árabes muy mediterráneas, pasa por aquí.