La sopa de pasta es el primer plato a la hora de la comida de una gran cantidad de mexicanos, pero esa mescolanza de sémola de trigo, agua, aceite y glutamato monosódico, ¿en realidad es nutritiva?
Según la Maestra Elsa Olivares, Licenciada en Nutrición y Ciencia de los alimentos, con maestría en epidemiología y administración de la salud, y profesora de nutrición en ciclo de vida, dietoterapia y etiquetado, de la Universidad de Guanajuato Campus León:
La pasta virgen, sea de una calidad nutricional o no, es un alimento nutritivo dependiendo de cómo se prepare.
Hay desde la pasta que se prepara en casa, con harina, huevo y sal. Esa pasta es un alimento casero, pero en México pocas personas la preparan.
La sopa de pasta que generalmente venden en México está hecha de sémola de trigo, que es una harina menos molida, más gruesa.
A esta sémola, en muchas ocasiones, le agregan algunos nutrimentos como hierro, vitamina B1, vitamina B2, ácido fólico, hierro, niacina y proteína de trigo, que está intacto y por lo tanto tiene gluten, muy poca grasa y además no es saturada. También puede contener fibra, si se fabrica con harina integral.
Se han tomado por política este tipo de adiciones porque es un alimento relativamente barato que forma parte fundamental de la dieta del mexicano.
La pasta como tal no es un alimento despreciable y está mínimamente procesado. El pero está en que hay algunas pastas instantáneas a las que sólo se les agrega agua. Esas sí son alimentos ultra procesados porque se agregan además de la sémola y los nutrimentos, caldos en polvo.
Este caldo, tanto el de tomate como el de pollo o del sabor que sea, en realidad no contienen el ingrediente del que dicen ser, y tanto el que se usa en cubitos como el que se agrega a las sopas instantáneas, sólo están fabricados con glutamato monosódico, azúcar y saborizantes artificiales.
En algunas ocasiones utilizan colorantes y saborizantes naturales como la paprika, pero es menos frecuente.
Si es una pasta que se hace de forma casera, la fríen en aceite y le agregan agua y el consomé en cubo, yo recomendaría eliminar el aceite y sustituir el cubo de saborizante por caldillo de jitomate, sal, pimienta y hierbas de olor u otros condimentos, como perejil o cilantro.
Hay que destacar que el glutamato monosódico es un potenciador del sabor umami, pero disminuye la sensación de saciedad y hace que tengamos una afición por los sabores salados, lo que no es recomendable.
Además, hay personas que lidian con diabetes y no se enteran que, tanto en este tipo de cubos de consomé como en una sopa instantánea, hay azúcar, además de una cantidad de sal muy alta.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda cinco gramos de sodio al día y estos cubos tienen mucho de este mineral y podrían abarcar una buena cantidad de esos cinco gramos que se recomiendan, lo que podría ocasionar algunos padecimientos como:
Músculo cardíaco aumentado.
En conclusión: la sopa de pasta es un alimento que nutre, siempre y cuando se prepare con caldillo de verduras, en vez de caldo de pollo o tomate en polvo.
Si quieres aprender a hacer sopas mucho más nutritivas y deliciosas, te enseñamos a hacer tu consomé casero con hierbas y especias naturales.