Casa Portuguesa tiene once versiones de bacalao. Aquí se sirve todo el año y ante la difícil decisión sobre cuál elegir, la chef María Da Silva nos la puso más fácil: basándose en nuestro nivel de gusto por tan polémico pescado.
Así que, si eres amante del bacalao pero sólo lo has probado a la vizcaína y esperas todo el año a que lo prepare tu tía, te tengo noticias: aquí puedes comerlo todo el año.
Comenzamos con el PRC, acrónimo que da nombre a un paseo por tres de las distintas croquetas más emblemáticas de diferentes regiones de Portugal.
La P es de Pasteis de bacalhau, en la que hacemos nuestro primer acercamiento a este pescado, mezclado con papa, perejil, limón y vinagre, tan cremosito que se deshace en la boca.
La R es de Rissois de camarão, una empanadita de camarón a la plancha marinado con aceite de oliva portugués (que María trae desde Portugal y es base de casi toda su cocina), ajo y chile piri-piri.
La C es de Croquetas de carne con jamón serrano. Son doraditas, crujientes y adictivas.
Seguimos con los Camarones À Aulhão Pato, fresquísimos, salteados con ajo, cilantro, vino blanco y aceite de oliva, suena simple, pero su sabor es alucinante.
Continuamos con un confort food que deberías pedir siempre que vayas a Casa Portuguesa: el caldo verde, con papa, berza, rodajas de chorizo y aceite de olivo, cremoso y apapachante.
Todo acompañado por un delicioso vinho verde, único de la zona del Minho Portugal, Vía Latina.
Y ahora sí, entremos de lleno al bacalaómetro:
Da tía María: un jugoso lomo sellado a las brasas, salteado con pimientos, cebolla, ajo, aceite de oliva y rodajas de papas murro, un pescado de sabor muy sutil y delicado.
Aquí la chef lanza tres opciones, nosotros nos decidimos por la primera:
Gomes de Sá: Lascas de bacalao guisadas con papa cocida, cebolla, ajo y perejil, aceite de oliva y un toquecito de huevo cocido y aceituna negra. El sabor del pescado se percibe ligeramente más contundente, su textura sigue siendo muy suave.
À Brás: Lascas envueltas en una especie de carbonara con papas faja, crujientes.
A la mexicana: Recuerda un poco a la vizcaína con su salsa de jitomate, almendras pasitas y salsa a base de chile ancho y chile güero.
Cualquiera de estos platillos marida muy bien con el vino tinto Casa Portuguesa (touriga nacional, merlot y shiraz), pues en Portugal, casi cualquier bacalao es maridado con vino tinto.
Com natas
Lascas de bacalao con papa, nuez moscada, cebolla, natas y queso gratinado. Es ideal para ti si prefieres que el sabor del bacalao se mezcle con otros ingredientes y eres amante de los gratinados.
Estos sabores se mezclan a la perfección en un platillo tanto festivo como de confort, y que marida a la perfección con el vino blanco Casa Portuguesa.
En este caso, el maridaje es con vino blanco Casa Portuguesa, un blend de alvarinho, arinto, sauvgnon y viosinho.
Crema horneada con pasta de hojaldre, crujiente y cremosito a la vez.
Y bueno, nos faltaron por probar el bacalao Com grão, el Douro, el No forno, el Tras os montes y el Silvestre de las once versiones de bacalao de Casa Portuguesa, pero siempre habrá tiempo para regresar.
¡Por cierto! Aquí también puedes ordenar tu cena navideña.