Hay postres que simplemente nos regresan al México de antes; esas preparaciones que llenaban nuestro imaginario de niños y que solamente se hacían en ciertas épocas del año. Para continuar con la tradición del día de muertos, hoy queremos contarte cómo hacer dulce de calabaza casero y fácil.
Cuando hablamos de repostería en México nos tomamos la dulzura muy en serio. Esta preparación en particular consiste en caramelizar con piloncillo nuestro ingrediente de temporada favorito y aromatizarlo con algunas especias.
Es un platillo reconfortante y tradicional ¿pero sabes qué es lo mejor? ¡Es muy fácil de hacer en casa! Gracias a que es una conserva en azúcar, dura mucho y es deliciosa con un chorrito de leche.
Muchos le llaman calabaza en dulce, otros más calabaza confitada. En el centro del país se llama calabaza en tacha y aunque el nombre es bastante creativo, tiene su explicación.
Sucede que, hace tiempo, la caña de azúcar se cristalizaba en unas calderas llamadas tachos, donde el primer producto derivado era la melaza que al endurecerse se volvía piloncillo.
Para aprovechar estos artefactos y también al jarabe de la caña de azúcar que ya estaba cocida, el otoño les gustó para cocinar calabaza de castilla y caramelizarla con los restos de este producto.
Para hacerlo más sabroso todavía, hasta el día de hoy se aromatiza con rajas de canela, anís estrella y alguna que otra especia que le guste al cocinero.
Al igual que la capirotada, los chongos zamoranos y todos esos emblemáticos postres mexicanos, su preparación cada vez es más difícil de encontrar. Para que no te quedes con el antojo, te decimos cómo prepararla.