Como en todo México, Veracruz tiene una serie de platillos y bebidas típicas para celebrar a los muertos y compartir con ellos el dos de noviembre. En la comunidad de Tolome preparan el atole de nalga, hecho a base de maíz negro y piloncillo por el que vale la pena revivir en estas fechas.
A pesar de que el procedimiento parece sencillo, es una receta que toma tiempo pues los granos se deben dejar remojar por lo menos una noche para que se ablanden y liberen sus azúcares y almidones.
El atole de nalga es el perfecto acompañante de los famosos tamales de pedo, otra especialidad de la región. Esta envuelve, en hoja de plátano, masa del mismo maíz negro pero con vegetales y aromatizada con una salsa de pepita y chipotle
Celia Martínez prepara esta bebida cada año para recibir a sus muertos, la cual es completamente distinta a las demás y más bien asemeja un postre hecho con gelatina.
La mazorca se desgrana y deja remojar por cuatro días, con la intención de que se ablande y pueda molerse. Después de eso se diluye en agua y se filtra con una manta de cielo para retirar el bagazo. Es importante dejarla reposar para que los sabores se integren al agua.
Ahora toca ponerla al fuego con una raja de canela y agregar chocolate de metate y piloncillo. Se debe mover constantemente para que espese sin pegarse ni quemarse.
La nalga debe enfriar en una cacerola de barro y, cuando endurezca, estará lista para comer. Algunos la hidratan para hacer la reconfortante bebida calientita y otros más la prueban como postre y le llaman manjar.