Lo de Julio es un restaurante cantina de estilo rioplatense en el que podrás saborear platillos muy tradicionales de Argentina, Uruguay, España e Italia, pero con el twist mexicano que te conquistará.
Comenzamos a botanear con una picada de quesos y carnes frías donde puedes pedir lo que se te antoje. A pesar de que todo suena tentador, nos decidimos por queso Port Salut, Quesillo oaxaqueño, Salami Cacciatore y Salame de Milano, acompañados de mermelada, encurtidos y pan casero, preparado aquí, como todas sus pastas y panes, tan buenos que pronto abrirán una panadería.
Continuamos con un plato clásico aunque algo difícil de encontrar: los arancini. Pequeñas croquetas hechas a base de risotto que aquí preparan con calabaza, alioli y parmesano y presentan en una cama de pimentón, tal como los hacen en Sicilia; son crujientes por fuera, suavecitos y cremosos por dentro.
Seguimos con los Corazones de lechuga rostizada con aderezo de cacahuate, ralladura de limón eureka, parmesano y pistache tostado, de sabor ahumadito y cuyos ingredientes tienen ese crunchy que denotan frescura y calidad.
Los Sorrentinos de calabaza con de parmesano, realmente sorprenden, con esa textura entre blanda y frita y el intenso sabor tanto del relleno como de la salsa, cremosita y untuosa.
Es difícil elegir entre las opciones carnívoras, y más con esa cocina abierta de la que salen tantos deliciosos aromas; se sabe que en un restaurante de estas características, la carne nunca decepciona.
Nos decidimos por una porchetta de cerdo asada sobre un espejo de puré de camote tatemado; viene coronado con salsa italiana y al lado de ensalada de arúgula fresca. Si eres amante del cerdo, de verdad tienes que probar esto.
El postre no puede ser otro que el tradicional dulce de leche, que aquí viene montando en panqueques caramelizados uruguayos, acompañados con duraznos quemados, cuya frescura equilibra el dulzor del dulce de leche.
Si ya te cansaste de las fonditas o la tarde de viernes que sales temprano se te antoja comer en un sitio agradable, el menú ejecutivo de Lo de Julio cuenta también con excelentes platos a un precio muy accesible.
La vena uruguaya de este lugar invita a disfrutar después de un “vermusito”. Aquí tienen varias marcas, entre ellas una mexicana. Si tienes más antojo de un vino, su carta cuenta con etiquetas nacionales y españolas a precios accesibles. Y si eres más de cerveza, también conceden deseos artesanales.
Lo de Julio abrió hace apenas cuatro meses. Y su nombre proviene del abuelo de los dueños, Julio, un uruguayo esposo de Sonia, su abuela polaca, que da nombre al restaurante de fine dining ubicado a sólo unos pasos del de su amor.
Lo de Julio está abierto de lunes a domingo desde las 8:00 de la mañana, por si te late desayunar unos chilaquiles, un panini o un choripán. El horario de cierre es, los jueves viernes y sábados, a las 11:00 de la noche, el domingo a las 8:00, y lunes martes y miércoles, a las 10:00 de la noche, o hasta que se vaya el último cliente.
Si te gustan los eventos divertidos, síguelos en su página web, Facebook e Instagram, para que te enteres de todo. El más reciente, el Chorifest, fue un éxito rotundo. Y si se te antojó hacer unos ricos arancinis en casa, pasa por aquí.