En el día del mezcal, queremos compartirte 10 datos que no sabías sobre esta bebida espirituosa que ha conquistado nuestros corazones.
Para todo mal, mezcal; para todo bien, también. Pero antes… ¡a conocerlo un poquito más para difrutarlo mejor!
Esta bebida se produce a base del jarabe o melaza que resulta de cocer los corazones de agave bajo tierra -generalmente con piedras calientes y leña- y que se extrae para fermentarse y luego destilarse.
Aunque el agave más popular para convertirse en mezcal se llama espadín, hay más de 20 variedades -salvajes, algunas- que aportan diferentes notas de aroma y sabor. Madre cuishe, tobalá, tobasiche, arroqueño, tepextate, jabalí y coyote son tan solo algunos.
La mejor manera de conocer los aromas originales del mezcal es beberlo joven, es decir, sin pasarlo por barrica como sucede con el Tequila. Lo sabrás cuando recibas una bebida traslúcida e incolora.
Algunos expertos dicen que el tradicional gusano en las botellas de mezcal es una magnífica forma de saber por adelantado que es una bebida con defectos y no tan pura, pues agregan al insecto para aportar más de sus sabores escondiendo los del destilado.
La rodaja de naranja y la sal de gusano son buenos para maridar el mezcal pero si lo que buscas es descubrirlo por sí mismo, no debes comer nada al tiempo que catas.
¡No! El mezcal no necesariamente tiene aromas ahumados. También huelen a hierbas, a madera y dulce.
Existe una variedad llamada de pechuga en la que se agregan pechugas de pavo, carne de conejo y algunos botánicos para que aporten notas aromáticas al mezcal. Y aunque no lo creas, es delicioso y muy especial.
Cuando te sirvan tu mezcalito procura que lo hagan de a poquito, de modo que el chorrito haga burbujas. A eso, los catadores le llaman perlado y te hablará sobre la cantidad de agua y alcohol en el destilado. Entre más tiempo tarden en tronarse las burbujas, más alcohol hay.
¿Sabías que, de acuerdo al Consejo Regulador de Mezcal, en 2020 se produjeron 6.5 millones de litros de mezcal en todo México? Este número, aunque suena monstruoso es atípico, pues en 2019 eran más de siete millones lo que se producían.
El 65% de ese mezcal que se produce en nuestro país es de Oaxaca; algunos municipios con tradición de hacerlo son Santa Catarina de Minas y Santiago Matatlán.
Es una bebida con denominación de origen; esto quiere decir que solo algunos municipios -con un clima y territorio determinados- pueden destilar agave y llamarlo mezcal.
Son nueve los estados que tienen esta denominación: Zacatecas, Durango, Guerrero, Michoacán, San Luis Potosí, Guanajuato, Tamaulipas, Puebla y Oaxaca.
En 2019, el Estado de México, Aguascalientes y Morelos apelaron tener una producción ancestral y un territorio óptimo para el cultivo de agaves y producción de mezcal, por lo que pidieron tener denominación de origen. El expediente se cerró porque no hubieron pruebas suficientes.
Las exportaciones de mezcal, según UNIFIN tienen un valor de 27 millones de dólares. Eso es, muchachos, nuestro destilado es muy aclamado en el mercado mundial.