El próximo 13 de septiembre se otorgará un premio a las cocineras tradicionales oaxaqueñas en el primer congreso de guisanderas del mundo. Esto lo lograron por ser un colectivo de mujeres que ha preservado las tradiciones culinarias de su tierra y las han difundido por el mundo.
Este premio se dará en el marco de FéminAS, una iniciativa que apoya y defiende las actividades que redunden en la visibilización de la mujer, específicamente las de comunidades rurales.
Celia Florián y Rosario Cruz serán dos de las representantes de este colectivo mexicano que viajarán a Asturias para recibir el premio para toda la Asociación de Cocineras Tradicionales de Oaxaca este 13 de septiembre.
Del 13 al 15 de septiembre, el primer Congreso Internacional de Gastronomía, Mujeres y Medio Rural visibilizará la labor de cocineras ancestrales de distintas partes del planeta. Tendrá lugar en diferentes partes de la Comunidad de Asturias, en España.
De pronto me llega una llamada telefónica y resulta que era del congreso internacional de Gastronomía y Mujeres para invitarme al congreso. Me dijeron que llegaría una carta y casi me desmayo cuando leí que era para rendir homenaje a las cocineras oaxaqueñas.
Celia Florián, cocinera oaxaqueña y cabeza de la Asociación de Cocineras Tradicionales de Oaxaca.
En Asturias existe un grupo de guisanderas que rescata las tradiciones y sabores ancestrales de sus regiones; sin embargo, el trabajo de la mujer en la cocina no ha sido tan reconocida como debería y FéminAS nació justo para darles voz a estas figuras.
Es el primer homenaje a la mujer en la cocina del mundo, un trabajo de identidad y de rescate de cosas que van mucho más allá de sus oficios. En su experiencia, Celia Florián ha descubierto más que solo sabores y técnicas: se han rescatado artesanías, vestimenta y diferentes ingredientes.
En la Asociación tenemos registradas a más de 400 mujeres cocineras de todo Oaxaca. Organizamos actividades como un concurso de tamales donde deben investigar sobre los ingredientes de su región. Ahí encuentran nuevas alternativas como hojas de vegetales y productos de sus lagunas.
Gracias a todo esto, no fue necesario aspirar al homenaje; más bien fueron las actividades del día a día lo que hizo voltear los ojos del mundo a las cocineras oaxaqueñas.
Con ella llevará chiles, hierbas, especias y saberes para enseñarle al mundo la magia del mole negro y otras preparaciones especiales oaxaqueñas, al tiempo que recibe un premio que no solo es para ella sino para todas las mujeres cocineras que viven tras los fogones de su estado.
Con información de El Diario Montañés.