¿Te da miedo la segunda dosis porque te fue fatal con la primera? Aquí tenemos algunos tips sobre qué comer tras la vacuna de COVID-19 que te harán el paro y de paso algunos suplementos que sirven para que fortalezcas tu sistema inmunológico.
Siempre será mejor acudir a tu doctor para que él te prescriba los suplementos que considere necesarios y las dosis adecuadas para ti. Utiliza esta información como orientativa e hidrátate bien antes de recibir tu segunda dosis.
Tu arma secreta contra los efectos secundarios de la segunda dosis son las sustancias que se encuentran naturalmente en las frutas y verduras, pues te ayudan a reducir todas las reacciones de oxidación en tu cuerpo.
Los puedes detectar en los colores de tus frutas y verduras: entre más pigmento tengan, mayor es su potencial antioxidante.
La mejor noticia es que puedes encontrar antioxidantes en tu alimentación cotidiana y complementar con suplementos que puedes encontrar en casi cualquier farmacia. Sí, estamos hablando de los arándanos, las uvas, los jitomates y las zanahorias, por mencionar algunos.
Dolor de cabeza y brazo, fiebre, cansancio y cuerpo cortado han sido sólo algunos de los efectos secundarios de los que más se han quejado los vacunados en diferentes grados y días de duración. Aléjalos de ti en la segunda dosis siguiendo estos consejos.
Puedes encontrarla en cítricos, kale, pimientos, fresas, guayabas y bayas goji.
Ayuda a producir colágeno, a los resfriados, las articulaciones, la piel, los vasos sanguíneos y todos los tejidos del cuerpo. Combate la obesidad, el cáncer y las cataratas, previene la anemia y evita el cansancio.
Tras la vacuna, te recomendamos comer una naranja completa pues aquí un secreto: la vitamina C es volátil así que solo surte efecto si la consumes inmediatamente después de abrir la fruta.
Te recomendamos:
1 a 2 gramos diarios separados en la mañana y en la noche. Si eres fumador, hasta 4 gramos diarios.
Sólo la puedes obtener al tomar el sol o un suplemento. Está cada vez más en riesgo porque la gente ya no se asolea. Es importante medirla y corroborar que tienes niveles entre 50 y 80 en la sangre.
Previene enfermedades autoinmunes, diabetes, virus, infecciones, alergias, depresión en el invierno y gripas, regula sistema el inmune.
Te recomendamos: de 2000 a 5000 UI todos los días.
La encuentras en todos los alimentos de color anaranjado: zanahoria, pimiento o calabaza de castilla, los lácteos o el hígado.
Se le conoce como betacaroteno. Protege tu vista y es crucial para que tus células inmunitarias puedan combatir inflamación e infecciones.
Es recomendable tomar 5000 UI todas las noches.
La encuentras en aves, pescados, vísceras, papas u otros vegetales con almidón.
Mejora tu sistema inmune en sólo dos semanas. Ayuda a producir neurotransmisores, como melatonina (que te ayuda a dormir bien por las noches) y serotonina (la hormona del bienestar), además de ácido fólico y a la metilanción, el proceso por el cual nuestro cuerpo nos protege del cáncer y muchas otras enfermedades.
También te desintoxica de metales, pesticidas y hormonas. Por eso es tan importante tomarla antes de tu siguiente dosis. Se nota su deficiencia cuando la piel de las cejas tiene resequedad.
La dosis diaria recomendada depende de tu edad. Verifica la tabla que te compartimos en el enlace.
Se encuentran naturalmente en los aguacates y en los aceites: de oliva, de uva, ajonjolí, de girasol, sobre todo en los que son ricos en omegas, como el aceite de pescado o de prímula, en el huevo, las semillas de calabaza, las espinacas, las nueces, té y café, soya, chocolate amargo, orégano y vino tinto.
Nuestro cerebro es 60% grasa, y prevenimos que se oxide generando Alzheimer, demencia, y enfermedades neurodegenerativas.
La solución a todo esto y que te va a proteger de los efectos secundarios de la segunda dosis de la vacuna, es que tu plato sea un arcoíris de colores. Así que, ¡no esperes más para implementarlos en tu dieta!
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