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10 dulces poblanos que debes probar por lo menos una vez en la vida

Por Animal Gourmet

Yemitas, gaznates, molletes, polvorones, camotes, alegrías, tortitas de Santa Clara, macarrones, novias, marinas y arrayanes; hay que probar un poco de todos los dulces poblanos y dejarse consentir por su tradición gastronómica que ha conservado recetas que nos llenan de alegría al final de una comida.

¿De dónde viene esta tradición y por qué son tan maravillosos los postres de este estado? La respuesta está en la historia: muchos fueron creados en la época del Virreinato y responden a la forma de vida de esa época.

Dulces poblanos, delicias con historia

Durante los siglos XVI y XVII, los conventos en Puebla eran sitios de fabricación de los mejores dulces elaborados por las monjas. Ahí mismo eran creados con recetas e ingredientes locales que se complementaron con aquellos que viajaron de España a México durante la Colonia.

En España, estas mujeres que consagran su vida a Dios cocinaban como forma de agradecimiento a sus benefactores. Habían pasteles, bebidas, dulces y toda suerte de guisados; sin embargo, con el tiempo esta actividad se transformó en una manera de obtener recursos y así lograr su propia manutención.

¿Sabías que de las las carmelitas descalzas provienen las recetas de la fruta cristalizada? ¡Sí! ¿O que la congregación de las Clarisas son las autoras de las tortitas de Santa Clara? También, las madres Regina Coeli son las creadoras de los famosos suspiros y las jaleas de granada.

Aquí te van algunos ejemplos que no debes perderte:

Muéganos de Tehuacán

muéganos de tehuacán, dulces poblanos

Estos dulces poblanos poco tienen que ver con aquellas bolitas de masa de trigo crujiente. Se trata más bien de una especie de galleta -también cubierta con piloncillo- que se coloca en forma de sándwich entre obleas.

¡Es deliciosa para acompañar un café!

Tortitas de Santa Clara

tortitas de santa clara. Dulces poblanos

Estas galletas juntan lo mejor del mundo: una base crujiente con sabores a piloncillo y un glaseado hecho a base de pepita de calabaza y azúcar glass.

Molletes poblanos

mollete poblano

Foto: Paloma García Castillejos

El pan es algo entre una hojaldra y una brioche que puede hornearse ya rellena o cortarse una vez lista.

La crema, por su lado, es una pastelera envinada que se enriquece con coco rallado. Para cubrir de gloria todo aquello, un poco de glaseado hecho con azúcar, pepita de calabaza y clara de huevo, el mismo que se utiliza para las famosas tortitas de Santa Clara.

Rompemuelas

dulces poblanos rompemuelas

Foto: Facebook El México Dulce

Se trata de una especie de muégano que toma su nombre por su consistencia dura. Entre sus ingredientes están el coco, maíz tostado, piloncillo y caramelo.

Camotes

camotes, dulces poblanos.

Estos dulces tradicionales poblanos se crearon en un convento y según cuenta la leyenda todo se trató de un error. Sí, se dieron cuenta que al cocer este tubérculo junto con piña y agregándole azúcar podían moldearlo y disfrutarlo como postre.

Gallitos

Están hechas de distintos ingredientes como la leche quemada, mazapán compactado, almendra o pepita.

Macarrones

Foto: Facebook Dulces Típicos “El Catrín”

Son un dulce típico hecho con azúcar, leche quemada y bicarbonato. Te encantarán si buscas un postre que se deshace en la boca pues es cremoso sin ser demasiado empalagante.

Jamoncillos

La base de su preparación es leche, azúcar y la semilla a elegir y por lo general muchas veces se presenta en forma de barra que puede ser rebanada a la hora de servirse.

Si lo quieres preparar en casa, aquí te tenemos la receta.

Borrachitos

borrachitos, dulces poblanos

Cuando se ponen al fuego las frutas para hacer jaleas o mermeladas, suceden cosas mágicas. Mucho mejor cuando se agrega un poquito de piquete pues así nacen los famosos borrachitos. Los hay de manzana, pera y fresa; se cubre con azúcar y son una excelente opción para acompañar el té.

Buñuelos

dulces poblanos receta de buñuelos postres emblemáticos de México

buñuelos de rodilla

Si bien se disfrutan en la gastronomía árabe, en México tuvieron su propio protagonismo; las monjas establecidas en Oaxaca y Puebla perfeccionaron la receta como hoy la conocemos para lograr un confite con manteca y bañarlos en un jarabe que tienen entre sus ingredientes anís, piloncillo y vainilla.