La hidratación es indispensable, basta con saber que el 60% del cuerpo humano adulto y el 78% de los recién nacidos está constituido por agua. Sin embargo, en exceso nada es bueno, ni siquiera eso.

Las consecuencias de la sobrehidratación se hablan menos, afortunadamente ya existen registros y estudios acerca de lo que causa. Tamara Hew-Butler es una profesora de la universidad estadounidense de Wayne e hizo una investigación acerca de los efectos de esta condición y más adelante te los platicamos. 

No faltan aquellas recomendaciones acerca de qué poner en el agua para enriquecerla o cambiar sus iones, entre muchos otros trucos, el chiste es que la bebamos y más en las épocas de mucho calor.

Y de hecho sí, tiene grandes ventajas como regular nuestra temperatura interna, eliminar los desechos a través de la orina, apoyar la digestión y el metabolismo o lubricar nuestras articulaciones. 

¿Cuánta agua tomar?

Seguramente has leído distintas cantidades que se necesitan para mantenerte hidratado, hay quien dice que ocho vasos, pero ¿de qué tamaño? No todos son iguales. La Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos determinó que la ingesta adecuada es aproximadamente de 3.7 litros para los hombres y 2.7 litros para las mujeres.

Sin embargo, cualquier cantidad recomendada debe ajustarse a varios factores, como el nivel de actividad, el entorno en el que se vive (no es lo mismo para lugares cálidos ya que causan más pérdida de agua), el peso corporal e incluso si se está embarazada.

Es poco común pero existe la intoxicación por agua y científicamente lo puedes encontrar como hiponatremia que de acuerdo con la Clínica Mayo “ocurre cuando la concentración de sodio en la sangre es anormalmente baja. Cuando esto sucede, los niveles de agua de su cuerpo aumentan y sus células comienzan a hincharse. Esta hinchazón puede causar muchos problemas de salud, desde leves hasta potencialmente mortales.”

Sobrehidratación o deshidratación

La parte difícil de la situación es que los síntomas de la sobrehidratación son similares a la de la deshidratación como: 

• Dolor de cabeza
• Náuseas y vómitos
• Confusión
• Fatiga
• Espasmos y calambres musculares

Una forma de diferenciar los síntomas cuando te falta o te pasaste de agua es observar el color de tu orina. Cuando estás deshidratado suele ser color amarillo oscuro, si estás hidratado adecuadamente tendrá un color parecido a la limonada, pero si estás sobrehidratado entonces será transparente, es decir, ni siquiera lo notarás.

Entre las consecuencias de tomar demasiada agua está el desequilibrio de los electrolitos como el potasio, sodio y magnesio que ayudan a regular la función de los riñones y el corazón. 

Por otro lado también puedes comenzar a retener líquidos por el faltante de sodio que provoca que tus células se hinchen y guarden agua.

Aunque no lo creas la sobrehidratación también puede causar disfunción renal, lo malo es que cuando te sobrehidratas podrían sentirse abrumados y no saber si es hora de retener o excretar líquido por lo que optarán por lo primero. Cuando sucede esto el sodio en sangre se diluye y comienzan las complicaciones.

Entre estos síntomas que también describe la especialista Tamara Hew-Butler está el más grave que es la muerte. En casos severos puede haber edema cerebral, es decir, hinchazón en el cerebro e insuficiencia cardiaca. 

Para que no pase esto Butler menciona que escuches a tu cuerpo, por ejemplo, deja que la sed sea tu guía y bébela con calma. ¿Lo mejor? Beber pequeñas cantidades de forma constante durante el día.

Recuerda que los alimentos también tienen agua y mantienen la mayor cantidad si los ingieres crudos. Están los pepinos, el apio, toronja, melón, sandía, entre otros.

Las bebidas azucaradas también contienen agua, pero no te dejes llevar, al contener tanta azúcar pueden causar otras enfermedades.