¡Las lluvias y el solecito traen buenas noticias! Estamos en esa temporada del año en la que abundan los colores y sabores en frutas y verduras. ¿Por qué no aprovecharlas al máximo en postres increíbles de esos que quedan rapidito y sin necesidad de prender el horno?
Elegimos nuestros favoritos, con matices y sabores diferentes para que encuentres en ellos complacer a tu antojo y darte un apapacho comestible.
Es fresca y cremosa a la vez, por eso nos encanta. Además, la combinación de las notas lácteas del yogurt hacen un empate perfecto con la acidez de las fresas. Anímate y dale play.
Además de alegrar tus licuados por las mañanas de primavera, esta fruta es excelente para hacer un postre cremoso que no necesita horno.
Licúala un mamey con un cuarto de taza de leche y listo. Si quieres llevarlo a otro nivel de sabor, quita la cáscara de la semilla -que se llama pixtle y sí se come– raspa la parte blanca y agrega: tendrás unas notas increíbles a almendra.
Para el siguiente truco de magia necesitarás mucho queso crema, crema para batir, azúcar, grenetina y media crema. ¡Dale play al video!
Hace poco comimos en Carmela y Sal, el restaurante de sabores tabasqueños en la CDMX y de postre llegó esta maravilla que nos recuerda a la infancia y a lo sencillo que es ser feliz. Prepararlo en casa es facilísimo, de lo primero que debes asegurarte es tener disponible zapote negro maduro.
Límpialo quitando semillas y cáscara. Mete a la licuadora y por cada dos zapotes agrega media naranja. Deja que las aspas hagan lo suyo. Ajusta de azúcar y textura, si te queda demasiado dulce agrega medio limoncito. Decora con supremas de naranja y una hojita de hierbabuena. ¡Listo!
¿Quién no ha probado esta maravilla de la cocina casera mexicana? En tu lista del súper no pueden faltar galletas, de vainilla, leche evaporada, condensada y seis limones. También ayuda un poco de grenetina sin sabor si quieres un postre con más estructura.
En un refractario coloca una base de galletas remojadas en un poco de leche, esto ayudará a la hora de partir. Licúa la leche evaporada, la condensada y los limones junto con un sobrecito de grenetina previamente hidratada y caliente. Sirve una capa y tapa con más galletas; otra capa de mezcla y una más de galletas hasta llenar el molde.
Suena raro ¿no es así? Si embargo, la combinación es fantástica pues ambos ingredientes son dulces y ácidos pero se complementan a la perfección. Para dar un toquecito de frescura… ¡pimienta rosa!
En un recipiente coloca medio kilo de fresas fileteadas o cortadas en cuartos. Agrega una cucharada de azúcar y dos de vinagre balsámico. Mezcla y reserva en el refri para que se integren los sabores. Termina con una pizca de pimienta ¡y disfruta!
Una capita de crumble hecho en la estufa, otra de crema montada, una más de manguito en cubos con albahaca fresca… ¡este postre es una delicia! Dale play al video.
Las crepas son la solución más eficiente ante un antojo inminente de algo panoso. No son tardadas de hacer y el aroma que desprenden al estar en la sartén nos hace salivar solo de pensar en él. Chécate aquí la receta básica -y otros regalitos para que te antojes-.
Para el relleno solo bate una taza de crema hasta que doble su volumen. Incorpora media taza de crema de avellanas y deja que se integre todo. Una capa de crepa, otra de mezcla y coronas con chocolate relleno, así hasta que formes un pastel.
Esta maravilla va perfecto acompañada de unas fresas o frutos rojos para equilibrar la acidez. ¡Dale play al video!
Sabemos que los postres pueden representar un pecado grave si estás cuidándote. Algo chiquito es la mejor opción: preparas varios que te duran toda la semana y no hay remordimiento alguno. ¡Anímate a hacer trufas! Quedan deliciosas.
El famosísimo banoffee puede quedar listo en un dos por tres y ser el postre más rico que pruebes esta semana. Asegúrate de comprar una barrita de 90 gramos de mantequilla, galletas de vainilla, plátanos, dulce de leche o cajeta y crema para batir.
Primero derrite la mantequilla. Pulveriza las galletas y mezcla con la mantequilla hasta que se forme una masa que puedas acomodar en la superficie y paredes de un molde. La primera capa es de dulce de leche, pon la cantidad que se te antoje -nosotros recomendamos 1/3 de la altura-, luego rodajas de plátano. Monta una taza de crema para batir hasta que doble su tamaño y corona con ella.
De todos los postres sin horno ¡este es el rey! Es facilísimo aunque sí, toma su tiempito cuando lo cocinas en estufa.
¡Dale play al video!
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