Un restaurante cuya cocina está inspirada en los aromas de la leña y su combinación con ingredientes asiáticos llegó a Polanco para ser un nuevo hotspot. Se trata de KYU, que arrancó en Miami y hoy se vive desde las alturas de Presidente Masaryk y Goldsmith.
Basta con sentarse a la mesa para saber que este lugar es para exaltar los sentidos: aquí se viene a ver y a que te vean, a comer rico y pasar un buen rato.
En KYU, el ahumador es el pretexto
Son varias cosas las que hacen del menú algo sobresaliente. La primera es que la oferta es mestiza y tiende a los sabores de Asia, los platos son originales y tienen un poco de todo lo que más nos gusta.
El aroma común lo dan esas notas que brotan del ahumador y que abren el apetito, que es el segundo motivo por el que vale la pena probar la sazón del chef.
Su éxito también tiene que ver con la variedad. ¿Quieres pescado? Claro, hay crudos excelentes y también opciones a la brasa. ¿Mejor carne? Por supuesto, y cocinada de muchas formas. Úchalas, ni una ni otra porque soy vegetariano. No te angusties, hay opciones para ti que van más allá de ensaladas.
Los aperitivos
La terraza se antoja para el clásico Aperol Spritz o para una buena cerveza pero no te vayas por lo de siempre pues la mixología aquí vale la pena para abrir boca. Hay para todos los paladares: lychee y moras con vodka, mezcal, humo y cítricos; dulces y ácidos con ginebra, whisky o el destilado de tu preferencia.
Junto con las bebidas pide rice cakes con tártara de atún. A tu mesa llegarán cuatro bloques de arroz sellado con una corona de atún aleta amarilla que se aliña con yuzu, un poco de jengibre y cebollín. Aunque vale la pena probarlo solito, unas gotas de salsa ponzu le van espectacular.
Foto: Rodrigo Crespo
Otra buena opción será la coliflor rostizada, que seguro verás en varias mesas porque es uno de los platos más populares. Una cama de vinagreta de chile shishito viste a este vegetal que trae torta bajo el brazo: un poquito de queso de cabra y hojas de shiso que dan acidez y perfume a todo el plato. Deja que llegue, toma la foto y después el personal de servicio se encargará de integrarlo todo para que disfrutes.
Del mar y también de la montaña
Ya para entrar en forma a los platos fuertes te recomendamos pedir una orden de baos. Los hay de pork belly y de jaiba suave; nosotros pedimos la segunda opción para variar los ingredientes del menú. El pan al vapor -cuyo origen es nada más y nada menos que Taiwán- llega calientito y esponjoso a la mesa. Dentro, una porción generosa de marisco, un pepinillo encurtido y mucho aroma a yuzu.
Foto: Rodrigo Crespo
Los aromas tailandeses también merecen un espacio en tu comida y el arroz horneado en piedra es de las mejores decisiones que puedes tomar en KYU. Sale humeante de la cocina con un huevo estrellado encima y al integrarlo, se desprenden aromas a lemongrass, jengibre y té verde que hacen todo un espectáculo desde el primer bocado.
Definitivamente, un imperdible.
Foto: Rodrigo Crespo
Quizás creas que KYU no es el lugar para pedir costillitas estilo BBQ pero créenos, no te arrepentirás. Se cocinan estilo yakiniku, que es la forma de hacer carne braseada en la cultura japonesa. La salsa que las barniza es dulce con notas ahumadas; corona un poco de serrano rojo y cilantro. ¡Exprime el limón y disfrútalas sin pensarlo!
No te preocupes por las manos, junto con ellas llegarán toallas húmedas para que no te sientas incómodo. Tampoco te agobies por mancharte, la salsa no gotea así que tu outfit está a salvo.
Foto: Rodrigo Crespo
¡Esperen al postre!
La recomendación de todos será pedir el pastel de coco -que vaya que se ve bueno- sin embargo, en la rebeldía te recomendamos la tarta s’mores con helado de plátano.
Foto: Rodrigo Crespo
Además de ser el antojo monchoso que faltaba para terminar la comida -y también para acompañar dignamente a un café- la presentación y espectáculo vale la pena; los meseros flamearán la cobertura de malvavisco mientras tomas un video y seguramente se te hace agua la boca.
¡Buen provecho!
KYU
Dirección: Goldsmith #66 esq. Presidente Masaryk, col. Polanco.
Instagram: @kyumexico
Cheque promedio: 800 pesos por persona
