El coco es una fruta que se produce principalmente en las zonas de costa, de un árbol que seguro conoces, la palma. Este alimento ha tenido un resurgimiento importante gracias a que de su pulpa se obtienen alternativas a los ingredientes refinados o de origen animal.
Para que se encuentre en condiciones ideales de crecimiento, el coco necesita obtener al menos 120 horas de sol al mes y vientos no muy fuertes ya que podría aumentar la transpiración de la planta y esto hace que pierda mucha agua; además, requiere un poco de lluvia y se recomienda que la tumba -como se le llama a la cosecha- se haga cada tres meses.
Hasta hace muy poco, el coco era un alimento solo de las costas pero a raíz de que se descubrió la alta cantidad de electrolitos y nutrientes en su agua, también se comenzó a aprovechar la pulpa para hacer sustitutos que mejoran nuestra calidad de vida.
Una de sus propiedades es la laxante y también ayuda a reducir el colesterol alto y el azúcar en sangre gracias a su contenido de fibra. Además, su contenido de vitamina E aporta grandes beneficios en la piel y brinda antioxidantes.
La harina, el aceite y la manteca son algunos de los productos que se pueden obtener a partir de esta fruta. Prepáralos en casa, aquí te decimos cómo.
La diferencia entre la manteca y el aceite es su textura; mientras que el aceite debe permanecer líquido la manteca por el contrario es sólida. Otra diferencia es que el aceite se hace filtrando el líquido mientras que en la manteca se utiliza toda la fruta.
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