Foto: Cortesía Club Piso 51

Kathy Fong creó Bao Bao y la comida taiwanesa está puesta en la mesa

Por Paloma García Castillejos

Taiwán es un sitio donde se come de pie y en la calle. Un país poco visibilizado en la cultura gastronómica occidental pero que tiene mucho que ofrecer: desde sabores conocidos como la carne de cerdo hasta algas exóticas, especias diversas y magníficas opciones para poner en un Bao.

Kathy Fong nació en Panamá aunque toda su ascendencia viene de este lugar en en continente asiático. Como muchos migrantes, la cocina de casa la acercó a su cultura aunque nunca estuvo en el mapa ser cocinera, ni restaurantera y mucho menos vivir en México… pero la vida le dio el privilegio de descubrirse y triunfar.

Para muchos, ella es la máxima representante de la gastronomía taiwanesa en la Ciudad de México, tanto que en la reapertura de lugares como el Club Piso 51 sirvió una cena nada más y nada menos que con los embajadores de su país.

En la inauguración de su centro ejecutivo tuvimos la oportunidad de probar a Kathy. Este será uno de los nuevos espacios el cual tendrá un total de 15 salas privadas y contarán con tecnología de vanguardia; esta implementación está enfocada para que los socios tengan las mejores herramientas.

Donde viven los sabores asiáticos

El antiguo hogar de Galanga, un local muy acogedor en la calle de Guanajuato en la colonia Roma fue donde Kathy abrió Bao Bao. El primer reto fue enseñar a los comensales qué era un buen bao y cómo acercarse mejor a los sabores de su tierra porque si bien el cortometraje de Pixar es cálido, no transmite los sabores tan bien como ella.

https://www.youtube.com/watch?v=7xTmyUdqDfM

Esta magnífica creación de Taiwán es una interpretación de los dumplings chinos: su función es muy similar a la de la tortilla en México y a la del pan en Europa: contener estofados y más allá de ser un platillo, facilitar la forma de comer.

Foto: Cortesía Club Piso 51

Se trata de un pan de trigo extendido que se cocina al vapor de agua caliente, por lo que obtiene una textura muy esponjosa y húmeda. Se dobla -igual que las tortillas- y dentro va la magia de los sabores.

De la sazón hay mucho que decir -bueno todo- como que pocas son las personas que dominan la técnica de cocinar pato a la perfección como Kathy y que la combinación de sabores tan ajenos a nuestra cultura lo logra con mucha soltura.

Kathy, los baos y México

Para Kathy, la cocina era un pasatiempo y una forma de conectar con su pasado pero no un estilo de vida. Egresada de la carrera de ingeniería industrial en Panamá, emprendió su camino profesional en temas logísticos y la vida la llevó a encontrarse cara a cara con la hospitalidad y enamorarse de ella.

De Panamá a Nueva York y de ahí a Taiwán para luego volver a América. Conoció a su esposo mexicano en una de sus travesías y eso la motivó a probar suerte en el mundo chilango. Pasó por diferentes empleos como la dirección de Alimentos y Bebidas del Hotel Presidente Intercontinental y su trayectoria le dio lo que necesitaba para abrir Bao Bao.

Tres meses le duró el gusto antes de que la crisis sanitaria cerrara todos los establecimientos de alimentos y bebidas. Pero también tres meses fueron suficientes para enamorar a la gente con los sabores de su tierra y gracias a esto fue capaz de sobrevivir al confinamiento.

Tiró de donde pudo para sacar el negocio adelante: todas las recetas que aprendió durante sus viajes, las preparaciones de su mamá, la inspiración de sabores de diversas partes del mundo… y lo logró.

Foto: Cortesía Club Piso 51

Como parte de la reanudación de actividades del Club Piso 51 y de la inauguración de su centro ejecutivo, Kathy puso en el plato toda la tradición culinaria que vive en Taiwán y la compartió con los embajadores de este país en México y los socios del lugar.

Este será uno de los nuevos espacios el cual tendrá un total de 15 salas privadas y contarán con tecnología de vanguardia; esta implementación está enfocada para que los socios tengan las mejores herramientas.