Cocinar tu propia cena tiene un par de ventajas: puedes tener un platillo abundante y saludable pero tal vez sea más fácil seguir con los malos hábitos que has desarrollado con el tiempo y esto derive en un aumento de peso o bien en problemas para dormir.
Si estás bajo un régimen alimenticio o quieres llevar una vida más saludable no permitas que la hora de la cena arruine tu proceso. Aquí te dejamos algunas malas costumbres que sin darte cuenta puedes llevar a cabo cuando la preparas y que pueden estar saboteando tu esfuerzo.
Es hora de dejar ese salero de lado ya que agregar de más puede llevarte a acumular sodio en tu organismo, lo cual deriva en hinchazón y dolor principalmente en las extremidades.
También está comprobado que el consumo en exceso de sal puede causar adicción ya que la región del hipotálamo reacciona ante esta y tiene una participación importante en el ciclo de sueño, específicamente en el ciclo de dormir-vigilia. ¡Aguas!
Una pasta con un poco de salsa de jitomate enlatada puede ser una joya para la hora de la cena, no lo vamos a negar; las malas noticias son que los alimentos procesados pueden contener grandes cantidades de sodio y azúcar.
Cuando comes estos ingredientes puedes tardar en conciliar el sueño debido a la energía que te brindan los aditivos -el llamado sugar rush– aunque son calorías vacías que no dan nada más que eso. Si quieres evitar estos elementos en tu cena opta por alimentos naturales, de hecho tu puedes preparar tu propia salsa.
Por otro lado, si los ingredientes que usarás se pueden enjuagar, por ejemplo, granos de elote o champiñones; no dudes en hacerlo, de esta manera eliminas una parte de los conservantes añadidos.
Ya sea que pidas pollo frito o hagas la fritura en casa considera que es básicamente lo mismo, esta acción elimina minerales de los alimentos además de que aportas muchas más calorías y grasas saturadas.
Si no quieres ocasionarte una indigestión evita los alimentos fritos a la hora de la cena, entre los malos hábitos a la hora de la cena este es uno.
Aquí te va un consejo: sirve tu cena en un plato pequeño. Cuando haces esto, la porción de tu cena parece ser más grande, esto engaña a tu mente para que piense que estás a punto de comer lo de dos personas y aunque no lo creas, el cerebro juega un papel protagonista para sentirte satisfecho y no comer de más.
Por otro lado, si quieres verte muy saludable y con buenos hábitos seguramente prepararás una buena ensalada y es una gran decisión; sin embargo, esto deja de ser cierto una vez que colocas un aderezo lleno de calorías e ingredientes que actúan para resaltar sabores y que por lo general son sintéticos.
Así esa ensalada ya no es tan buena opción que digamos para la hora de la cena. Mejor prueba con estas vinagretas y hazlas en casa.
La hora de la cena sí importa si no te das tiempo de cenar al menos dos horas antes de dormir podría ser muy perjudicial para tu salud. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Barcelona, cenar temprano está asociado directamente con la disminución del riesgo de cáncer de mama y de próstata.
También podría pasar que cenas mientras ves la película que tenías pendiente, pero esto no te beneficia en nada ya que al no poner atención a la cantidad de comida que ingieres es muy fácil que te sobrepases.
Por último, toma la cena con calma. Comer demasiado rápido no te dará una perspectiva real de la cantidad de alimentos que llevas a la boca. De hecho, un estudio de la American Dietetic Association encontró que aquellos que comen más despacio consumen al menos 66 calorías menos.
Si quieres que tu cena más que beneficio sea un martirio para tu cuerpo antes de dormir mejor endereza el camino con unos pequeños cambios de hábitos.