¡Ay, la copita! Nos encanta el vino en todas sus presentaciones y aprender sobre su elaboración es fascinante, tanto que hay muchos datos que vale la pena saber por conocimiento general o también para salir de apuros y hacer tema de conversación.
Los datos del vino que nunca se te hubiera ocurrido preguntar
Hay dudas clásicas como ¿quién produce más vino del mundo? o bien ¿cuáles son las uvas más famosas? que seguramente puedes solucionar a un click de distancia. Hay otros datos, como estos, que son un poco más difíciles de conocer y sirven para tener la mente entretenida mientras le entramos a una buena copita.
El mayor depredador de un viñedo son las catarinas
Así es. Por pequeñas y bonitas que se vean, son una amenaza para las plagas así que su existencia en viñedos es buenísima. Su comida favorita son los pulgones, ácaros y cochinillas que comen plantas, por lo que se ha potenciado su uso como insectos “controladores biológicos de plagas” en jardines y cultivos.
Que existan en las parras no cambia para nada el sabor final del vino y les hace un gran favor ya que la uva puede desarrollarse mucho mejor.
Los culpables de la resaca
Se llaman sulfitos y son derivadas del azufre. Aunque se producen de manera natural en todas las bebidas alcohólicas, al vino le agregan un poco más para alargar su vida y mantener sus propiedades nutritivas.
Lo máximo de sulfitos que puede existir en un litro de vino son 350 gramos pues, aunque no son dañinos para la salud humana, sí causan deshidratación en el cuerpo y algunos dolores particulares como el de cabeza.
La botella más cara en 2021 cuesta medio millón de pesos mexicanos
Así es. AurumRed, producido en la denominación Castilla – La Mancha (específicamente en la provincia de Cuenca, en España) es la etiqueta con más alto valor y arranca en 25 mil euros aunque las botellas con más reserva alcanzan hasta los 400 mil; es decir, ¡ocho millones de pesos mexicanos!
El enólogo se llama Hilario García y está tan seguro de que su vino es el mejor del mundo que asevera que no se avinagra y que mejora con el tiempo. Para producirlo tratan a las vides como si fueran niños pequeños: quien conoce al agricultor-bodeguero dice que les susurra a las plantas.
No todas las uvas sirven para hacer vino
Las que te comes en año nuevo, por ejemplo, no hacen buen vino. Sí se fermentan -como cualquier otro producto con azúcares a los que se agrega levadura- pero el resultado no tiene nada que ver con esa copita que te gusta tomar de vez en cuando.
Existe una variedad que se produce a partir de uvas congeladas
¿Por qué se iban a excluir de la producción de vino a países como Canadá, Alemania o Groenlandia si tienen la capacidad de cultivar uva aunque su clima sea extremosamente frío?
La variedad icewine se produce a partir de cosechar uvas congeladas y no es una bebida común ni parecida a aquellas de clima mediterráneo. Los azúcares se concentran más y
Sin abejas no habría vino
Abeja extrayendo néctar.
Ni humanidad, básicamente. Estos insectos polinizan las flores y permiten que los viñedos subsistan de manera natural. Con sus patitas mueven el polen de una planta a otra y así son también responsables de que las variedades de uva subsistan con el paso del tiempo.
El color de la uva no define al vino
Así es. Una uva tinta puede hacer vinos blancos excelentes y esta práctica es muy común. El Champagne, por ejemplo, se elabora a partir de Pinot Noir, Meunier (ambas tintas) y Chardonnay.
Existen también vinos naranjas cuya tonalidad se obtiene de macerar el jugo de las uvas blancas con su piel durante largos periodos de tiempo. Tambien está el vino verde que aunque no lo creas no tiene nada que ver con la tonalidad de la bebida sino con la región en la que se produce que tiene denominación de origen.
Los rosados, por ejemplo, pueden producirse con uvas tintas cuyo mosto se filtra y macera sin prensar ni combinar con las pieles -que son las que aportan color- o bien hacerse mediante combinar vino blanco y tinto.
La música puede cambiar la composición química de un vino
Después de la Segunda Guerra Mundial, el japonés Masaru Emoto planteó la posibilidad de que los cristales que se forman en el agua a nivel microscópico pueden alterarse de acuerdo a los ruidos con los que conviven.
De esta misma manera, la conciencia humana y las vibraciones de sonido influyen directamente en la estructura de todo lo que tiene agua en su composición.. incluyendo al vino.
En México está Salto de Fe, donde las barricas que reposan al vino viven con música clásica para mejorar su estructura química y así mejorar su sabor.
Se puede abrir una botella de vino con un zapato
Más allá de ser datos sobre vino este es un consejo práctico que, aunque suena más bien de secundaria sí funciona.
Para aquellos olvidadizos que no cargan con sacacorchos o alguna situación en la que se te antojó una copita de vino y no están las facilidades cotidianas para abrirlo, la solución está en tu planta del pie y una pared maciza.
Coloca la botella en donde regularmente colocas el tobillo en uno de tus zapatos. Comienza a dar golpeteos con una pared y la presión hará que poco a poco el corcho salga.
De nada.
Para una botella de 750 mililitros de vino se necesitan 2 kilos de uva
Y eso viéndonos muy abundantes. Esta cantidad depende del vino y los datos que tengamos sobre él: si es una botella con mucho tiempo en barrica hay que contemplar que el líquido se evapora así que la merma es mayor; esta es una de las razones por las cuales son más caros.
Un vino joven consumirá de un kilo y medio a dos en su producción pues el peso de las semillas y el hollejo corresponde más o menos al 20% del total del fruto y el mosto también perderá peso.
