Seguramente la conoces por ser la única mujer en el jurado de MasterChef pero la chef Betty Vázquez es mucho más que solo looks alocados y anotaciones sobre platillos ajenos. Después de más de 40 años de carrera, hoy tiene el cariño de los mexicanos por su esfuerzo de poner a Nayarit en el mapa gastronómico.
Aunque originalmente estudió aviación -e incluso tiene carrera profesional en este ramo-, encontró su camino en la cocina guiada por los platos de su abuela. La historia comienza cuando sus padres compran un hotel en San Blas y ella se encargó de ponerle sal y pimienta al proyecto.
Nació en Tepic y migró a la costa cuando se inició en los fogones del hotel Garza Canela. Antes de eso vivió en Guadalajara, donde descubrió que aunque volar le gustaba mucho, no se asemejaba con la emoción que provocaban los recuerdos de la comida de su tierra y prepararla junto a su abuela y madre.
Pescado fresco y sal de mar son los dos ingredientes nayaritas predilectos de Betty Vázquez y con ellos hace magia. Sin embargo, el estado le ha enseñado muchas otras caras de sus sabores como el maíz de Jala, el pan dulce y el pescado zarandeado.
En los años 80 voló hasta París para aprender en Le Cordon Bleu, la escuela de cocina más antigua del mundo y aunque representó un reto importante, fue un paso que logró con éxito y abrió camino para entender las técnicas culinarias clásicas y comenzar la revolución de la cocina de su región con ellas.
Al volver tuvo una invitación por parte del restaurante Estoril para mostrar a Nayarit en la Ciudad de México. Empacó los ingredientes más preciados sin saber que ese sería un momento clave en su carrera: enamoró a más de uno con su sazón y a partir de ahí tomó fuerza en el paisaje gastronómico nacional.
Sencilla y muy alegre, Betty Vázquez ha dedicado todo su tiempo desde ese momento a innovar desde lo clásico y apapachar a sus comensales con la simpleza de un ceviche o un tiradito de pescado.
Hasta el día de hoy, la chef dirige El Delfín, restaurante que está dentro del Hotel Garza Canela que sigue siendo propiedad de su familia. Fue parte fundamental en el desarrollo y promoción de la Riviera Nayarit como un producto turístico y hasta hoy es embajadora de su estado y de la cocina mexicana en el mundo.
Su cocina honesta y bien ejecutada la coloca entre los mejores restaurantes de México según la Guía México Gastronómico y desde 2015 aparece como jurado en MasterChef. El amor por sus ingredientes la han colocado en el lugar que está ahora y trabaja arduamente para promocionar su estado.
Sin embargo, lo que se percibe de Betty Vázquez en el reality show es apenas un espasmo del talento y carisma que han complementado su esfuerzo. No solo es una juez más sino que orienta a los participantes a esforzarse, perfeccionar sus técnicas y comenzar un camino en el mundo gastronómico.
A la par de su aparición en televisión, la chef continúa como una embajadora de la cocina nayarita en el país y de México en el mundo.