El mundo debería reírse más pero después de haber comido. Esta es una de las frases más repetidas de Mario Moreno, a quién el mundo recuerda cariñosamente como Cantinflas. Para rendirle un homenaje, te compartimos su receta más íntima de puntas de filete que, como él, era sencillito y carismático.
Esta preparación forma parte del compendio Bocados con Historia, un libro escrito por Miguel Ángel Almodóvar quien, junto a su equipo editorial, dedicó su tiempo a encontrar las preparaciones más emblemáticas de cincuenta personajes reales y ficticios.
De Mario Moreno escribe: el chico desheredado que empezó comendo tacos de buche en las calles conoció después y en profundidad la cocina más lujosa y elaborada de medio mundo, compartiendo mesa y mantel con los grandes herederos de la tierra aunque sin perder pie en ella.
Algo que se sabe poco de la carrera profesional del actor es que era aficionado de la cocina e incluso era propietario de un restaurante en la colonia Condesa de la Ciudad de México llamado Rioma. Hoy el lugar no existe pero la sazón de Cantinflas persiste en sus recetas pues se metía a sacar el servicio de vez en cuando.
Nunca se supo con certeza cuáles eran sus platos preferidos aunque el libro lo cita: en cuestión de comida, yo prefiero cualquier plato que esté bien sazonado, bien condimentado pues todos los platillos tienen su sabor… menos los platillos volantes que aún no sabemos qué es lo que traen dentro.
Algo sí se sabe del gusto de Cantinflas por la cocina: le quedaba bien la paella, los chilaquiles, los huauzontles, los peneques y las puntas de filete, cuya receta te compartimos a continuación.