Acidito con un toque de dulzura y mucho vodka… así es el Sex On The Beach, un coctel controvertido por su nombre y divertido desde su origen.
Tiene todo para estimular los sentidos: el color rojo intenso que generalmente se sirve en una copa estilizada y larga, la intensidad de los sabores tropicales y por supuesto, una dosis de buenos ratos garantizada desde el primer sorbo.
Este coctel nos va a regresar a la adolescencia y a los viajes a la playa. Su preparación es tan sencilla que querrás tomarlo todos los días y un secretito es que también sabe muy rico sin alcohol.
En contraste con otros tragos de playa como el Mojito y el Daiquirí, este coctel es relativamente nuevo y todo apunta a que nació a finales de los años 80 en Miami, Florida.
Fue el lanzamiento de un licor de durazno el que motivó su popularidad. Resulta que en un spring break, se convocó a todos los bartenders de de Fort Lauderdale a un concurso con un premio de 1000 dólares al que más lo vendiera.
Nada tonto, Ted Pizio, un cantinero de la región decidió hacer una mezcla atrevida que no solo estimulara a los sentidos y estuviera rica sino que también fuera provocadora y candente entre los jóvenes.
Irónicamente, hoy ya nadie se acuerda del licor de durazno pero sí del coctel que lo popularizó en su época.
Ahí te va la receta:
Tip Animal: puedes hacerlo también frappeado; licúa el hielo con el vodka y los jugos y sirve en una copa que tenga granadina.