El 23 de marzo de 2020 se dio la primera indicación de cerrar establecimientos en la CDMX para contener la ola de contagios contra covid19 que venían creciendo de manera alarmante. Ante esto, la protesta de algunos establecimientos por la falta de certidumbre entre ellos de comida fue continuar dando servicio. 

Dicha indicación se alargó durante tres meses en los cuales solo el servicio a domicilio y para llevar estuvo permitido. Fue hasta el 24 de junio que se abrieron las puertas de los restaurantes una vez más.

El servicio para comer en el lugar estuvo restringido al 40% al total del aforo, además de implementarse otras medidas como el uso de cubrebocas, gel antibacterial, lavado de manos, sana distancia de al menos 1.5 metros entre mesas y seis personas máximo por grupo.

Para el 18 de diciembre y con el aumento de casos de coronavirus en la Ciudad de México, se ordenó de nuevo el cierre de actividades no esenciales, entre las que se incluye a los restaurantes. 

Los suspendidos

Desde el primer cierre hasta hoy, 9 meses después, han sido suspendidos restaurantes y giros similares por violar las normas. Cabe destacar que existen distintos actores del gobierno que cuentan con la autoridad para suspender negocios como el Instituto de Verificación Administrativa de la Ciudad de México (INVEA), las oficinas de INVEA propias de cada alcaldía o la Agencia de Protección Sanitaria.

Son diversas las razones por las que se les puede suspender, todas ellas relacionadas a no acatar las normas como el aforo, los horarios, la distancia o el uso de cubrebocas.

A los bares y negocios de bebidas alcohólicas se le permitió abrir con una reconversión a restaurantes; esto significa que su principal venta tenía que ser de alimentos, sin embargo, y pese a las indicaciones algunos no cumplieron con estas medidas.

De marzo a diciembre hubo alrededor de 155 suspensiones entre restaurantes, bares, taquerías y lugares de venta de bebidas alcohólicas por parte del INVEA. Entre estos se encuentran Máximo, Parrilla Argentina del 10, El Califa, Fisher’s, Nami Nami, Nonna y más.

Algunos de ellos con un par de reincidencias como Gante Café y Toledo Rooftop que acumulan más de una suspensión.

Momentos decisivos

En tiempos donde la industria restaurantera pende de un hilo es fundamental acatar las normas sanitarias. Actualmente existe un protocolo emitido por la CANIRAC llamado Mesa Segura además de los lineamientos definidos por el propio gobierno.

Entre las medidas que contiene para prevenir los contagios en establecimientos dedicados a la ventas de alimentos preparados se encuentran los siguientes:

• Deberá asegurarse que el establecimiento cuente con ventilación natural o mecánica.
• Capacitación de todo el personal sobre la importancia del lavado de manos en cada cambio de actividad; puntualizar que esta es la medida más sencilla y eficaz para evitar el contagio.
• Establecer normas de trabajo con los equipos de cocina para marcar los flujos y que cada persona sepa su puesto, partida o actividad.
• El aforo estará organizado de tal manera que se respete el régimen de separación social; con una distancia no menor a 1.5 metros, que marcan las instituciones sanitarias para covid19.
• Limitar el número de personas a un máximo de 10 por mesa, misma convivencia. 
• Montar la mesa delante del cliente, con la finalidad de minimizar al máximo el tiempo de exposición del menaje. Se deberán eliminar elementos que no sean necesarios como servilletas, acrílicos, decoraciones, etc.
• Las barras de bar se permitirán siempre y cuando se respete el régimen de distanciamiento social de 1.5 metros. No podrán ser utilizadas como zonas de espera.

Seguir las medidas para evitar que los restaurantes sean un foco de contagio es importante y conocer este protocolo y las reglas sanitarias emitidas por las autoridades competentes es fundamental.