Existen en el mundo distintas formas de cultivo, cada una se adapta a su lugar de origen, cultura, sistema económico y necesidades. Una de estas son los kibutz que nacieron en Israel y fueron fundamentales para la formación de esta nación como la conocemos hoy.
Este tipo de agricultura -que también se define como comuna agrícola israelí- llegó a México y ha sido adoptada como forma de vida en algunas regiones. Se trata de espacios autosustentables donde sucede la vida de sociedades enteras.
Degania es el nombre del primer kibutz, fue fundado en 1909 por diez hombres y dos mujeres; de aquí partieron para fundar otras comunidades en distintas regiones de Israel.
Esta forma de organización tiene una connotación política y se puede considerar esencial para la creación del Estado en Israel. Su naturaleza parte de un experimento en donde cultivar y cosechar de forma independiente con beneficios para un grupo específico de personas, lo cual es poco común.
Para poner un ejemplo, los kibutz son como si fuera un barrio o comunidad autónoma en donde hay hogares para las familias pero también zonas de cultivo agrícolas. También espacios destinados a la ganadería en donde todos los servicios y los alimentos son comunitarios.
Hay quienes mencionan que es una utopía comunitaria en donde se vieron casi forzados a desarrollar un estilo de vida basado en una ideología llamada sionista socialista; esto con la finalidad de beneficiar a la mayor cantidad de personas.
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Foco en el trabajo agrícola: aunque con el paso de los años la organización de los kibutz ha evolucionado, en sus inicios los miembros de estas comunidades debían estudiar agricultura; quienes violaran esta norma eran expulsados.
Actualmente, los kibutz que sobreviven son aquellos que desarrollaron industrias exitosas paralelas a su vocación; un gran ejemplo es el llamado Jatzerim, en donde se implementó nueva tecnología de riego.
Propiedad colectiva: todos los bienes en los kibutz así como los medios de producción y los servicios son propiedad de toda la comunidad. Los miembros tienen ciertos bienes personales, sin embargo, en lo general todo pertenece a todos.
Trabajo solo a los miembros: para evitar que dicha organización se viera maniatada por personas externas, los kibutz deben pertenecer a los miembros y solo se brinda empleo a quienes habitan dentro de estos.
Salario y puestos: los salarios dentro de estas comunidades sigue una filosofía “cada cual otorga (fuerza de trabajo) según sus posibilidades y recibe según sus necesidades”.
Por su parte, la figura de los altos puestos de trabajo se rota entre varios miembros.
Aunque no lo creas esta forma de organización para la agricultura llegó en 1992 a México. Se encuentra en los límites de Querétaro y Celaya, se llama Kibbutz EAS. Aquí se siembran lechugas, zanahorias, arándanos, jitomate, nopales, calabaza y su flor, cebolla, chile, perejil y más.
En este kibutz también se llevan a cabo actividades recreativas de gran importancia para la enseñanza y la alimentación como la preparación de pan.
En la ciudad de Guadalajara también se instaló un kibutz en 2017 en donde la principal fuerza de trabajo son jóvenes que actualmente no estudian y tampoco trabajan. Los invernaderos son una de las apuestas y también cumple una función educativa para aquellos que quieren formar parte de ellos.