El día de hoy, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO), incluyó el cuscús como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en el listado del 2020.
Es uno de los platillos más importantes y conocidos en Occidente, sobre todo en Argelia, Marruecos y Túnez elaborado a base de sémola de trigo, verduras, garbanzo, cordero, pollo, ternera o cabrito el cual va condimentado con Ras al hanout.
Nueva inscripción en la lista de #PatrimonioInmaterial de 🇩🇿🇲🇷 🇲🇦🇹🇳: Los conocimientos, prácticas y tradiciones vinculadas a la preparación y el consumo del #cuscús.
¡Un ejemplo de cooperación internacional!👏
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— UNESCO en español (@UNESCO_es) December 16, 2020
El cuscús, ahora Patrimonio Inmaterial de la Humanidad es un plato muy querido entre la población morisca. Se elabora en una cuscusera -algo así como una vaporera- y se cocina sobre un colador en la parte superior de la olla; en la parte inferior se preparan las verduras y las proteínas; tras algunos minutos, la sémola se hidrata y queda lista para comer.
Las principales referencias del cuscús se encuentran plasmadas en un escrito que data del siglo XIII donde se menciona una receta de cómo prepararlo.
El cuscús tradicional marroquí también conocido como t’faya es muy dulce y va acompañado de canela, pasas y pollo.
En Argelia, por ejemplo existen dos especialidades: uno con salsa blanca y otro con roja, el primero lleva nabos y calabacines y como proteína carne de pollo o cordero y el segundo lleva pimentón y jitomate. La receta tunecina, por su parte, se caracteriza por llevar pescado, mariscos y pulpo.
Según la Agencia de Información EFE, la UNESCO considera al cuscús cómo la expresión de la vida en sociedad.
De acuerdo con la UNESCO, el Patrimonio Inmaterial de la Humanidad o Patrimonio Vivo se refiere a las prácticas, expresiones, técnicas o saberes transmitidos por las comunidades de generación en generación.
Esto tiene como finalidad generar un sentimiento de comunidad, tradiciones de continuidad para favorecer la creatividad y el bienestar social. De acuerdo con la UNESCO, para que una tradición o platillo se considere Patrimonio Inmaterial de la Humanidad debe tener ciertas características: