Calientes, fríos, en ceviche, amenizando una paella o hasta solitos, los camarones son ese ingrediente del gusto de todos y que quieres saber cocinar.
Date un lujito, córrele al mercado de pescados y mariscos más cercano y prepáralos de alguna de estas formas.
Además de que es una proteína animal excelente para el cuerpo, nadie puede negar el placer que provoca cocinar, comer y disfrutar de unos buenos camarones.
Son versátiles: van bien con preparaciones muy saladas pero también con salsas dulces, marinadas aciditas y otros ingredientes umami como los hongos o el alga nori, tan socorrida en la cocina japonesa.
Aquí te damos algunos tips y formas de aprovecharlos de la mejor manera posible.
La receta original es una mezcla de chiltepín y agua con sal para marinar esos camarones maravillosos que se encuentran en las costas de Sinaloa; sin embargo, esta preparación evolucionó a ser verde, negra o roja; siempre y cuando tenga chilito y un elemento ácido, hay garantía de sabrosura.
Prepáralos en 10 minutos: necesitas limón verde, chile serrano, sal, cebolla morada y pepino. Todo eso lo mezclas con los camarones sin cocinar y listo ¡Antojo cumplido!
Si te gusta la fiesta y aún no descubres los encantos del coctel de camarón un día de resaca, aún estás a tiempo para cocinar uno de los mejores levantamuertos del mundo.
Generalmente se hace con camarones secos y también frescos; la clave está en hacer un caldito con los sabores de ambos y que ese fondo esté aromatizado con chile guajillo, chipotle y ancho. Para acompañar no te olvides de unos cubitos de papa y zanahoria así como unas gotas de limón verde.
La bahía que enamoró a Frank Sinatra en los años 50 y que después se volvió el destino turístico mexicano por excelencia tiene varios secretos gastronómicos que vale la pena probar; el más famoso es este coctelito perfecto para un día de calor.
No hay mucha ciencia aunque parezca que sí; el secreto es hacer una salsa que equilibre la dulzura y acidez de la cátsup con un poco de limón, refresco de lima y acompañar con guarniciones como cebolla morada, aguacate, camarones cocidos y un paquete de galletas saladas.
Si eres de aquellos que prefieren cocinar camarones en lugar de aprovecharlos crudos, esta opción tiene una combinación dulce, salada y ácida que no puedes perderte.
Lo primero que debes hacer es conseguir coco rallado, concentrado de tamarindo y camarones tamaño mediano. Primero cubre a nuestro protagonista en harina, pásalo por huevo y empaniza con el coco y un poco de panko. Fríe en aceite muy caliente y ya tienes la mitad de la receta lista.
Para la salsa, solo basta armonizar el concentrado de tamarindo con chilito piquín y un poco de sal. Puedes sustituir con mango y el resultado será sublime.
De todas, esta es la forma más sencilla de cocinar camarones. Te recomendamos comprar los más grandes que encuentres y llegando a casa pélalos, ábrelos por la mitad por la parte de abajo, de modo que quede una mariposa; ponlos en la parrilla o mejor aún, el asador.
Solo basta agregar un poco de sal de grano para disfrutar su sabor en todo su esplendor.
¿Quién dijo que los camarones no pueden ser un antojito monchoso? Una de las mejores formas de comprobarlo es rellenarlos -ya pelados- con un poco de queso crema y envolver con tocino.
Después de eso, pásalos por un poco de aceite, clava un palillo largo y tienes una de las cosas más deliciosas que comerás en esta semana.
Rodajitas de chile seco, sal de grano, aceite de oliva y rebanadas de ajo son lo único que necesitas para hacer una receta que te dejará chupándote los dedos.
Abre los camarones por la espalda y quita la vena oscura, así están listos para cocinar. Después de eso, saltea en aceite de oliva y agrega el ajo. Termina con el chile, asegúrate de que nada se queme y disfruta.
El fuego y los camarones son grandes compañeros. En este caso los vas a cocinar en un sartén pero antes prepararás una salsa con chile guajillo, cebolla y ajo, te explicamos cómo.
Hidrata los chiles en agua hirviendo (calcula que para una porción se utilizan aproximadamente tres piezas) y licúa con un cuarto de cebolla y un diente de ajo. Después de eso, fríe en una cacerola con aceite y sazona. Cuando esté espeso y de todo tu gusto, agrégalo a los camarones.
Entre tortillas todo sabe mejor, incluyendo los camarones. Cocinar unos taquitos gobernador es bastante más fácil de lo que crees; elige entre maíz o harina y consigue un queso que gratine rico como el Chihuahua o el tipo Manchego.
Pica pimiento verde y rojo, un jitomate y saltéalos en un sartén. Cuando comiencen a soltar sus jugos, incorpora los camarones y termina con el queso -que será más fácil derretir si está rallado-.
Calienta las tortillas, acompaña con salsita verde cruda y está listo.
Hay dos formas de cocinar camarones para hamburguesas más que dignas. La primera consiste en moler la carne y sazonarla con sal, pimienta, agregar un huevo y así hacer los discos que rellenarán ese pan.
La otra es un poco más sencilla y consiste en pelar aproximadamente cuatro camarones para armar el relleno. Pásalos por el asador antes y acomódalos para que no se desbarate nada.
¡Buen provecho!