La magia de los ingredientes mexicanos también está en los chiles. ¿Sabías que cambian de nombre una vez que están secos?
En México el consumo de chile es toda una tradición y tenía que ser, hay al menos 64 variedades de chiles.
Con toda esta variedad muchos podríamos estar confundidos ya que los chiles frescos al secarse toman otro nombre y se pueden usar para platillos distintos.
El más consumido es el jalapeño que al secarse pasa a ser el famoso chipotle y así como este hay otras variedades. Acá te las dejamos, sin duda te sorprenderás.
El chile jalapeño se deja madurar y se ahuma, de esta manera pasa a ser chipotle como lo conocemos y al gusto puede ir acompañado de adobo.
El 60% de la producción se utiliza en la industria de encurtidos, 20% se consume fresco y el resto, en estado maduro, se procesa por secado y ahumado para obtener el chile que conocemos como chipotle. Los principales estados productores son: Chihuahua, Veracruz y Oaxaca.
Así es, el mismo que se utiliza para preparar los tradicionales chiles en nogada también pasa a ser el ancho. Algunas variedades de chile poblano dan como resultado el mulato.
El chilaca fresco tiene un color verde brillante y una forma alargada cuando se seca pasa a ser pasilla y toma un color entre rojizo y café.
Se cultiva principalmente en Chihuahua, Nayarit, Jalisco y Michoacán.
El Anaheim es el chile verde común en el norte de México y el sur de Estados Unidos. También lo puedes encontrar como chile Magdalena y ya seco se conoce como colorado que se utiliza para adobos, barbacoas y estofados.
El 90% de la producción de chile mirasol se da en los estados de San Luis Potosí, Zacatecas y Chihuahua.
Mientras está fresco tiene un color verde claro y seco toma el nombre de guajillo con un color rojo brillante.
El chile serrano también se conoce como verde, es originario de Puebla e Hidalgo, es fácil encontrarlo en escabeche y es la segunda variedad más producida en México.
Cuando madura toma el nombre de chile seco.