Guadalajara se caracteriza por ser una ciudad rica en su gastronomía: platillos como las tortas ahogadas, la carne en su jugo, el menudo y bebidas como el tejuino y el tequila se han convertido en imperdibles al visitar la Perla de Occidente. Por supuesto, también existen postres y dulces que son característicos de este lugar y nos sacan una sonrisa después de comer.
Más que un postre, una tradición muy dulce
En las cenadurías se pueden encontrar una gran variedad de antojitos mexicanos, los menús son bastante amplios y las porciones son tan vastas que apenas te quedará un huequito para disfrutar un rico postre y cerrar con broche de oro.
Jericalla
Querida por muchos, este postre tradicional de Guadalajara se inventó desde el siglo XVIII; la combinación de ingredientes es producto del mestizaje entre Europa y México.
Una monja de nombre Jenara Caracalla en búsqueda de postres nutritivos para los niños del Hospicio Cabañas mezcló huevo, azúcar, vainilla, leche y canela, lo que resultó en una especie de flan.
Jenara luego de olvidarlo en el horno se percató de que arriba se le había hecho una costra dulce que quedaba perfecta en el postre. Con el tiempo se fue extendiendo a diferentes regiones.
Actualmente la jericalla es conocida alrededor del país y un símbolo de cultura en tierras tapatías.
Nieves de garrafa
Probablemente en una de tus visitas a esta ciudad has visto que en el Centro y en las calles aledañas hay puestos donde venden nieves.
Las de garrafa son una tradición en Guadalajara y su existencia se remonta a la época colonial.
El nombre viene de la preparación: se coloca un bote de madera dentro de una cubeta de metal y a estas las divide una capa de hielo con sal. La mezcla -todavía líquida- se introduce en el bote y se bate por largos periodos hasta que comienza a hacerse la nieve y la conserva congelada.
Actualmente, en Guadalajara existen lugares que se dedican artesanalmente a la elaboración de estas como Le Garraf. En este lugar encontrarás una gran cantidad de sabores naturales y otros fuera de lo convencional como el de pulparindo, mazapán o pelón pelo rico.
Nieves raspadas
Este postre refrescante es muy conocido sobre todo en el Parque Morelos, y es que no hay nada como el sabor rico y dulce de un almíbar hecho con fruta natural en trocitos de hielo.
Se pueden encontrar en carritos tradicionales o en lugares más en forma como Los Raspados Jalisco. Los hay de muchos sabores: limón con chile, higo, tuna, carambola, tejocote, arrayán, zapote, entre muchos otros.
Desde hace más de una década, la gente visita el Parque Morelos con la intención de disfrutar de una rica nieve raspada.
Dulce de arrayán
Es una golosina agridulce muy particular de Guadalajara. Se caracteriza por estar elaborada -como su nombre lo dice- a base de arrayán, un fruto originario de África y parte del sur de Europa que también es conocido como guayabillo.
Este dulce se puede encontrar en diferentes versiones espolvoreado con azúcar y en algunas ocasiones con chile piquín. En Chapala se venden por bolsitas aunque también existe la opción de comprarlos en caja o por a granel.
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Rollos de guayaba
A pesar de que esta es una golosina que se puede encontrar en muchas regiones de la República Mexicana, en Guadalajara sobre todo en municipios como Talpa de Allende y Tapalpa también se elabora.
Es muy común que este dulce se acompañe con leche fría. Además de su tradicional presentación en rollo existen versiones más pequeñas e incluso se llegan a vender en trozos.
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Dulces de jamaica y tamarindo
Suelen ser la golosina ideal después de la comida. Este dulce macizo generalmente se puede encontrar en forma de bolita y también en pequeños rectángulos, es un producto completamente artesanal y elaborado por las familias tapatías.
Se pueden conseguir en el centro de Guadalajara específicamente en el Mercado Corona.
