Vigourmet y la reinvención de la comida congelada a domicilio

Por Paloma García Castillejos

Todos conocemos la practicidad de la comida congelada y lo sencillo que resulta aprovecharla; sin embargo, pocas son las opciones que además de facilitar la vida son ricas, saludables y verdaderamente velan por el bienestar de quienes la consumen.

La cocina es un espacio al que el confinamiento nos forzó a acercarnos y muchas son las opciones para tener una comida más que decente aún sin romperse la cabeza.

Pero es complejo encontrar buena comida en un congelador, es un saber universal. Nadie pensaría que lo reconfortante de un caldo tlalpeño o los aromas asiáticos de un tajine puedan mantenerse así de intactos hasta que se prueba ViGourmet.

Casero, congelado y rico ¡es posible!

La cadena de frío es ese proceso que deben tener todos los alimentos que se congelan para respetar sus cualidades sensoriales y de sabor. Aunque sea difícil de creer, la forma en la que se congela y descongela un producto influye completamente en su sabor y textura.

La clave -a grandes rasgos- es enfriar rápidamente y temperar despacio; sin embargo, la industria alimentaria es mucho más compleja. Para que una comida congelada sepa rico de verdad es importante tener conocimientos de química, física y por supesto la vena gastronómica de un buen cocinero.

José Santiago entendió todo esto durante sus estudios en el Culinary Institute of America de Nueva York. Al volver a México se dio cuenta de que con sus ganas y conocimiento podía hacer productos completamente distintos al concepto que todos tienen acerca de la comida congelada.

Y así nació ViGourmet y con él, todo un mundo que integra en porciones individuales o familiares, sabores caseros y con ingredientes verdaderamente bien aprovechados.

Un vistazo al menú

Aunque es un proyecto pequeño, ViGourmet propone diferentes maneras de consentir al comensal. La primera definitivamente tiene que ver con la practicidad: todo se recibe ultracongelado pero con un instructivo claro de cómo calentarlo para que sea perfecto.

Todos los empaques son biodegradables y aunque absorben humedad, son ideales para mantener en buenas condiciones todos los ingredientes. Resisten el calor del horno de gas y también entran al microondas.

Hay cuatro líneas sobre las que se puede pedir comida congelada a domicilio: la primera consta de porciones individuales de esas preparaciones que saben a casa, una de las consentidas sin duda es el chicharrón en salsa verde con frijolitos y fideo seco.

Esta combinación no solo es garantía en un taco sino que brinda confort entre los aromas que esconde cada una de las preparaciones unida con las demás. Es una gran opción si la intención es tener la comida porcionada para cada día.

Aún hay más. Para tener durante toda la semana también hay sopas y guisados que puedes pedir en gran volumen como un buen arrocito o un perfectamente bien sazonadp caldo tlalpeño. En caso de este último el chipotle viene aparte para que cada quién le ponga a su gusto.

Las tendencias alimentarias que se basan en el consumo de vegetales son abundantes y aprovechan toda suerte de ingredientes deliciosos. En la mente de José Santiago, la idea no es sólo ofrecer platos veganos sino que también cumplan con necesidades calóricas específicas y estén ricos aunque no tengan insumos animales.

No te puedes perder la combinación de farro -uno de los cereales más antiguos del mundo- mezclado con salsa de cacahuate, brócoli, piña y pimiento. Cada ingrediente explota al tiempo de dar el bocado y se vuelve un plato adictivo.

Panadería y postres ¡también!

Aquí todo es saludable. Sin embargo, darle un poquito de alegría al cuerpo tampoco es ningún pecado mortal. En el caso de la repostería, uno de los recomendados es el panqué de naranja que también se presenta congelado para que dure mucho tiempo.

Foto: Vigourmet

Tienen opciones sin gluten, veganas y también otras más monchosas. Los favoritos sin duda serán los bollos brioche de chipotle rellenos de queso crema que al calentarlos y servirlos junto al caldo tlalpeño hacen una de las comidas más simples pero memorables de la pandemia.

Al pan congelado hay que tratarlo bonito a la hora de regresarlo a la vida. Calienta en un horno eléctrico o de gas y el resultado será una corteza crujiente y un relleno lleno de sabor.