El propóleo es una sustancia natural extraída de los árboles y producida por las abejas. Es muy conocido y consumido gracias al aporte nutrimental que posee.
Su consumo se deriva desde hace muchos años; culturas como la egipcia, romana, persa y griega la utilizaban para curar llagas, heridas y úlceras.
El propóleo contiene polen, flavonoides, cera, resina, aceites esenciales así como vitaminas y minerales los cuales en conjunto hacen que se convierta en un remedio natural.
Científicamente se le han atribuido más de 20 propiedades benéficas como: antimicótico, antioxidante, antiparasitario, antiinflamatorio, anestésico, analgésico, antiviral, entre otras.
Se le considera un biorregulador gracias a que tiene la capacidad de potenciar el sistema inmunológico, es por ello que muchos medicamentos lo incluyen como remedio entre sus soluciones.
Se recomienda consumirlo de manera natural; sin embargo, también se puede conseguir en otras presentaciones; desde dulces hechos, cápsulas, pastas dentífricas, jarabes y gotas. Estas últimas funcionan como suplemento diario, se recomienda tomar 20 en ayunas para estimular el organismo.
También figura en el paisaje gastronómico, sobre todo para la elaboración de tisanas, jarabes, infusiones y dulces.
Te dejamos dos recetas para preparar.