Las grandes urbes de México ven con admiración -y hasta cierta lejanía- el hábito de cocinar insectos e incluirlos en la dieta del día a día. Estas manifestaciones exóticas de la gastronomía se dejaron en los mercados y es momento de recibirlos en casa.
La entomofagia es una práctica común en todo el mundo. Se tiene registro de 1,903 especies comestibles catalogadas por la FAO, siendo Latinoamérica, África, el sudeste asiático y Oceanía los lugares donde más insectos tienen fines gastronómicos.
Cocinar con ellos no es nada complicado y para eso, Larousse Cocina se acercó con la chef Beverly Ramos para trabajar en conjunto y poner en valor a los más pequeños del reino animal. Para que veas lo versátiles que son, te compartimos también dos recetas que seguro serán un gran primer acercamiento.
Quizás hayas escuchado a alguien decir que la entomofagia -como se le llama técnicamente al acto de comer insectos- es el modelo alimentario del futuro. Según Beverly, doctora en estudios turísticos con especialidad en el consumo de estas especies, esta aseveración no es solo lo que viene sino la tendencia que ya llegó y promete quedarse.
Tan solo en México hay 560 variedades que se ponen al plato en diversas comunidades. Desde la Baja hasta Chiapas, todas las culturas tienen acercamientos con los insectos aunque hay regiones -como el Valle del Mezquital, el Bajío y Oaxaca- donde es mucho más común.
La manera correcta de conseguir insectos como las hormigas chicatanas, los grillos, tantarrias y chapulines es tostados. Cuando se compran fritos el sabor cambia completamente.
No es lo mismo un grillo que un chapulín. Los primerso son color marrón y tienen la cabeza redonda mientras que los segundos son más colorados y puntiagudos. Los sabores son similares pero la diferencia es que los chapulines son de regiones y temporadas específicas.
Los escamoles, gusanos blancos y chinicuiles no pueden reproducirse en granjas pues su naturaleza de larvas no lo permite. Sabiendo esto también es importante tomar en cuenta que sus temporadas son determinadas y que la mejor forma de mantenerlos en buen estado es la congelación.
La caza de las hormigas chicatanas también es estacional y se hace de madrugada. Este -y su entrada triunfal a la alta cocina- es el motivo por el que su precio es más elevado en las grandes ciudades.
Sabemos que no es tan fácil sentirse del todo cómodo comiendo insectos; sin embargo, esa barrera se rompe al ponerlos al plato con recetas ricas y fáciles como estas.
Ambas son parte del compendio “Recetas con Insectos” editado por Larousse Cocina con la autoría de Beverly Ramos. Además de los clásicos platillos salados, también hay un apartado de postres, bebidas y hasta aderezos para sacarles todo el jugo posible.
Para la crema de espinacas
Para las pechugas
Cocinar con insectos asegura sabor y originalidad. Atrévete a entrarle.