Aceptémoslo, no siempre hay tiempo ni ganas de hacer un pastel desde cero y las mezclas de caja con harina preparada son una gran solución al problema.
También hay algo más que reconocer: aunque quizás no sean ingredientes de la mejor calidad, el resultado final es un postre rico y cumplidor facilísimo de hacer y tener éxito a la hora de hornear.
Sin embargo, creemos que te mereces algo más que sólo el sabor bueno del pastel de caja, así que te traemos algunos trucos básicos para hacerlo magnífico y que parezca hecho por todo un chef repostero.
Comencemos por lo básico: ¿qué diablos hay en esa cajita de harina que promete convertirse en un pastel de ensueño en tan solo cuarenta minutos y un par de ingredientes extra?
La respuesta varía acorde a la marca pero en general es una combinación de harina de trigo refinada, saborizantes artificiales, polvos para hornear, químicos que sustituyen una cierta cantidad de huevo, muchos conservadores y aditivos.
En la mayoría de los casos solo requieres integrar a la mezcla un poco de aceite, huevos y agua para hacer la magia real. Pero hay formas de hacerlo mejor aún.
Esto hará más rico el pastel en cuestión de sabores e incluso dará un poco más de textura al pan. Entre más entera sea, mejor quedará después de hornear.
No, no estamos locos. Incorporarlo hará que esponje un poquito más de lo que debe por fórmula, así que tendrás un pastel más alto y con una migaja un poco más aireada.
No solo basta con eliminar los grumos y dejar una masa homogénea; el secreto está en incorporar la mayor cantidad de aire posible para que se forme un pastel esponjoso y rico.
El tipo de grasa que se utiliza para un pastel hace toda la diferencia en la textura. Cuando es aceite se asegura una migaja húmeda, mientras que la mantequilla lo vuelve mucho más rico. Nuestra recomendación es utilizar mitad y mitad para que tengas lo mejor de dos mundos.
Esto servirá para darle más estabilidad al pan y prevendrá que se desmorone en la titánica labor de abrirlo por la mitad. Nosotros recomendamos media taza por cajita y complementar con una cucharadita del sabor que elegiste: esencia de vainilla o un poco de cocoa.
Como precalentar el horno. O engrasar el molde antes de comenzar a cocinar y reservarlo en el refri. No dejes que errores tan básicos te hagan pasar toda la tarde limpiando y sufriendo un pastel fallido. Cuando te preguntes ¿qué puede salir mal? créenos, mucho más de lo que parece.
Si se rompió también lo puedes arreglar, mira cómo.
Hay muchas formas de untar el betún rapidito y que parezca de pastelería; de hecho, la tendencia nos favorece y los postres perfectos cada vez son más escasos.
Ayúdate de una espátula, una cuchara e incluso de un tenedor para dar volumen, textura y formas. Puedes incluso poner frutas y flores comestibles para que además de delicioso, ese pastel sea visualmente espectacular.