Definitivamente nada le gana a un rib eye o a alguno de esos cortes jugosos y abundantes pero tampoco le hacemos el feo a las hamburguesas o a cualquier plato que se pueda cocinar con carne molida. ¿Tienes en casa? Aquí te van unas ideas para que tu comida sea digna de una ovación.
Esa mezcla maravillosa de limoncito, aceite de oliva, cebollas, alcaparras y carne que va unida por una yema de huevo es de lo mejor que puede pasar para los amantes de los términos azules o la cocciones con ácido.
Aunque la receta tradicional va con filete de res picado, puedes hacerte la vida fácil aprovechando molida premium para cocinar algo mucho más que decente ¡y que queda listo en un dos por tres!
No tenemos ninguna duda: son una de las mejores comidas que existen bajo el sol y más si se trata de cocinar carne molida mezclada con vegetales, algo de queso y pan molido para después ponerlas al carbón.
Piensa en ellas como un lienzo en blanco. Puedes agregar cualquier cosa que se te antoje y hacerlas tan gourmet como tú quieras.
Hay a quienes les gustan rellenas de huevo cocido, otros más que las prefieren con queso fresco. La receta original en México es con caldillo de jitomate y chipotle pero el amor y la versatilidad de las albóndigas da para prepararlas de cualquier forma.
Son uno de los platos emblemáticos de Suecia y también muy comunes en Bologna, Italia. Si quieres más de una idea para prepararlas, mira estas cinco recetas y deléitate el resto de la semana con una distinta cada día.
Este es el típico platillo cumplidor y económico que saca del apuro en una cena con amigos o una comida familiar multitudinaria.
El principio es el mismo que las albóndigas: cocinar la carne molida con huevo y diferentes complementos -sugerimos tocino, cubos de queso y algún vegetal- y servirlo en un refractario. Como nunca será demasiado tocino se puede tapizar la superficie y hornear hasta que quede listo.
Aquí te va un dato curioso: La salsa del espagueti a la boloñesa se llama ragú aunque nadie la conozca con este nombre. Se trata de combinar la carne molida con un fondo de jitomate que va aromatizado con albahaca.
Definitivamente esto sabe espectacular sobre una pasta recién hecha y un poco de aceite de oliva pero también hay opciones más originales como un arrocito o incluso quinoa.
Esa combinación de carne molida, cubos de zanahoria, papa y chícharos que se cocina en un caldillo que nos sabe a chipotle o a chiles secos es una verdadera maravilla cuando viene dentro de un chile poblano o entre tortillas.
Hay muchas formas de prepararlo, incluso puedes hacerlo con frutas y darle un toque dulce al plato fuerte.
La gloriosa mezcla de frijolitos de la olla con carne picada o molida, su fondo de cocción, salsa de chiles y correspondiente jardín no es solo un emblema de Guadalajara sino que es un remedio infalible contra la cruda.
Una forma maravillosa de darle personalidad es agregar granos de elote y tocino dorado en cubos.
Por supuesto que hay recetas de la cocina Tex Mex que nos encantan. No podemos dejar atrás la creatividad con la que decoran los nachos o la manera tan increíble de rellenar las chimichangas.
Cuando hablamos del chilli, nos gusta con frijoles, queso -del bueno, nada de ultraprocesados- y un poco de comino para dar profundidad. Los amantes del picante no perdonarán el chile y por supuesto que el elemento crujiente de los totopos lo hace más que delicioso.
Hace no mucho tiempo, este guisito era una costumbre de las casas mexicanas que consistía en moler la carne en un metate y combinar con algunos vegetales. El tiro de gracia para hacerlas irresistibles consistía en la salsa: verde de tomatillo o roja de chilito guajillo.
La realidad es que, aunque este plato tiende a desaparecer, a muchos nos sabe a infancia.
Crudo o cocido, este guiso libanés es una receta que bien vale la pena cocinar si tienes carne molida disponible.
Se enriquece con granos de trigo y aromatiza con hierbabuena y aceite de oliva, de tal suerte que es una maravilla una vez que se pone sobre una hoja de lechuga orejona.