Aunque parezcan un utensilio más, las tablas de picar son una herramienta indispensable en la cocina.
El principal motivo es proporcionar una superficie plana donde se puedan picar los alimentos a la hora de cocinar sin que se contaminen.
En primer lugar, por practicidad. Las superficies de las cocinas no siempre son óptimas para picar bien, además de que en muchos casos el material con el que se fabrican es poroso y permite que se desarrollen microorganismos en él.
La tabla de picar no sólo ayudará a mantener limpio el espacio sino que también hará mucho más eficiente el trabajo de cortar cualquier cosa.
Existen muchos tipos de tablas de picar; sin embargo, la Norma Oficial Mexicana que regula la higiene en los establecimientos de alimentos recomienda utilizar las que son de plástico y designar una para cada tipo de alimento.
Así es. En una cocina industrial existen por lo menos seis tablas distintas: una para carnes, otra para pescados, una más para vegetales, para pollo y la última, para pan. Cada una de ellas tiene un color específico, esto con la finalidad de identificar qué se debe partir en ella y así evitar la contaminación cruzada.
Este fenómeno se produce cuando dos o más alimentos entran en contacto y uno de ellos lleno de bacterias. Existe la directa e indirecta, la primera se refiere a cuando los alimentos cocinados contaminan alimentos crudos.
La indirecta se produce cuando las herramientas o utensilios de cocina están contaminados y entran en contacto con alimentos que ya están preparados o crudos.
Una de las bacterias que proliferan más en los alimentos es la salmonella; generalmente se transmite a través de las carnes rojas, de los huevos o la leche.
Otro de los microorganismos que contaminan los alimentos -sobre todo en aves y carnes rojas- es el Clostridium perfringer.
Por eso es esencial mantener la cocina ordenada y en buen estado, recuerda hacer limpieza profunda por lo menos una vez a la semana.
Color blanco: pan, quesos y pastas
Color café: carnes cocinadas o frías
Color rojo: carnes rojas
Color verde: frutas y verduras
Color azul: mariscos y pescados
Color amarillo: carnes blancas
Se recomienda tener dos tipos de tabla en casa: una para los alimentos crudos como carnes y pescados y otra para el pan, quesos, frutas y verduras.
Existen diversos materiales con las que están fabricadas, los más comunes son el plástico (polietileno) y la madera.
La diferencia entre una y otra es que la madera es porosa y con el tiempo se desgasta y almacena bacterias más fácilmente.
Un estudio publicado en el Journal of Food Protection afirmó que las tablas de madera son más propensas a guardar bacterias; sin embargo, si se llegan a cuidar y a mantener en buen estado, podrían ser una buena elección para tener en casa.
Las de polietileno, además de ser más baratas, resultan fáciles de limpiar; sin embargo, de no lavarse y tomar las medidas sanitarias correspondientes pueden albergar bacterias en las partes donde se desgastan.
Si tiene una de estas en casa que ya está muy usada lo mejor será que adquieras una nueva.
Tip Animal: Sea cual sea la tabla que ocupes para cocinar, te recomendamos que cada que la laves, utilices el jugo de un limón con una cucharada de sal. Con esta mezcla talla, enjuaga de nuevo y ponla a secar; así evitarás la propagación de bacterias.