Estamos en vísperas de una nueva normalidad y hay sentimientos encontrados. Por un lado, ese maravilloso mundo que involucraba salir a comer rico y convivir en un restaurante lo hemos extrañado. Por otro, la cuarentena nos sirvió a algunos para aprender a cocinar o desarrollar alguna otra habilidad.
Y sí. Al principio de la pandemia circulaba esa imperiosa necesidad de saberse productivos, de organizar el tiempo y de sentirnos útiles. Con el paso de las semanas, algunos tuvieron la fortuna de entender que no eran días sencillos y que también era válido bajar la guardia y la autoexigencia.
Cocinar en la cuarentena, una moda que debe quedarse
También hay que hacer un recuento bonito de los daños. Estar encerrados y tener poco acceso a la comida de afuera nos hizo mover los ojos a ese espacio que para muchos era desconocido aunque estuviera dentro de la propia casa: la cocina.
Quizás por necesidad o por ocio, pero adentrarse en el mundo de la gastronomía práctica fue, para muchos, una actividad recurrente durante el tiempo de cuarentena. No lo eches en saco roto, hacer cosas con tus propias manitas debió haber dejado varios aprendizajes además del culinario.
Como sociedad, ahora tenemos más conciencia de lo que implica comer rico y cocinar bien. Que esto sirva para sumar valor al trabajo de los cocineros y buscar mejores condiciones laborales para ellos.
Cocinar en la cuarentena enseñó que hay formas de combatir la ansiedad y sentirse mejor. Este laboratorio doméstico es el mejor salón de clases para entender que los proyectos, tan pequeños como sean, dan frutos con atención y cuidado.
La reflexión da para darle vuelo a la hilacha durante otra cuarentena. Sin embargo, lo que más queda, aquello que aprendimos bajo la experiencia y la observación, fue eso que salió de nuestros hornos y estufas.
Antes de regresar a la nueva normalidad pensemos ¿qué fue lo más rico? ¿en forma de qué platillo que preparamos nos dimos más amor propio?
Las recetas más populares
Panqué de plátano
Durante un tiempo, las redes sociales estuvieron plagadas de un sinfín de preparaciones diversas de esta receta. Y es fácil saber por qué: un panqué de plátano es sencillo de hacer, bastante económico y aromatiza las casas de especias y notas dulces.
No nos podíamos quedar atrás así que te tenemos una receta muy ganadora.
Arroz
Lo comen todas las culturas del mundo. Los japoneses usan una variedad específica para sus maravillosos rollos de sushi; los italianos lo aprovechan para hacer risotto y en Europa se usa para la paella o incluso cocinado al horno.
En México es una tradición que quién sabe preparar arroz ya se puede casar y es que, aunque es una receta sencilla, tiene sus trucos para ser perfecta.
Pan de masa madre
Para quienes hornearon por primera vez y tuvieron éxito, quizás se vieron inmersos en la magia que implica hacer que una preparación esponje gracias a las levaduras y a las ciencias exactas.
Una masa madre es como un hijo y ahora sí que hubo tiempo para ponerle atención y alimentarla como necesita. Con un poco de práctica, muchas personas encontraron en ella la forma de tener proyectos domésticos y poderse alimentar con ellos.
Carlota de limón
El postre de muchas infancias mexicanas. Ese hecho con base de galleta y cubierto por una mezcla de leche condensada, evaporada y jugo de limón.
Para los más curiosos y perseverantes, este fue tan solo el primer paso para hacer el acercamiento a la cocina y después despegar con preparaciones mucho más complejas.
Foto: Rodrigo Crespo
Ceviche
Cuando te enteras que para hacer un buen ceviche, de esos que refresca y pone de buenas se necesitan sólo tres ingredientes básicos y quince minutos de tiempo, la cosa se pone muy interesante.
Durante la cuarentena pasamos muchos días de calor, qué mejor pretexto para cocinar algo rico como esto.
Pizza
Quizás las cadenas comerciales te entreguen pizzas relativamente ricas en treinta minutos y definitivamente hacerla desde cero en casa no toma tan poco tiempo.
Sin embargo, la cuarentena también sirvió para tener paciencia y aprender que de nuestras manos pueden salir platillos deliciosos que nos dan confort instantáneo por más tiempo que tardemos en cocinar.
Frijolitos y enfrijoladas
La vida adulta nos ha enseñado lo valioso que es tener ciertas habilidades culinarias. Preparar frijoles sin duda es una de ellas, ya que es un alimento versátil, barato y muy llenador.
México tiene una enorme variedad de recetas que complementan platillos específicos y nos alegran cualquier comida. Checa cómo se preparan en Yucatán, Sonora y Nuevo León.
Además, el ocio nos hizo vagar por internet y encontrar muy malas interpretaciones de enfrijoladas. Mejor apapáchate con esta receta.
Foto: Facebook
Una buena carne
Ya sea molida para preparar hamburguesas o albóndigas; en corte completo para poner al carbón o incluso probar distintos animales para variarle a la dieta diaria, cocinar carne es algo que debes saber hacer antes de que termine la cuarentena.
Hay muchas formas de hacerla rica: preparar marinadas, acompañarla con vegetales, o simplemente saber cuándo agregar sal.
Hot Cakes
De que hubo tiempo para echarle ganas a los desayunos, lo hubo. Y más en fin de semana, cuando cambiamos nuestras salidas a disfrutar de la comida más importante del día por prepararla nosotros mismos.
Y fuera de los platillos mexicanos -que sin duda son el mejor de los mundos posibles para desayunar- los hot cakes son ese plato delicioso que bien vale la pena aprender a hacer sin una cajita de harina.
¿Qué tan gordos los quieres? Hay de avena, originales, originales, otras opciones más sanas y hasta con diversos rellenos y toppings.
Lentejas
¿Recuerdas esas veces donde llenabas el carrito del súper con productos no perecederos por miedo al desabasto? Seguramente compraste legumbres que no habías utilizado antes, entre ellas las amadas lentejas.
Con ellas se pueden hacer potajes que sirven como una comida completa, ensaladas ¡y hasta ceviches!
