Agradecemos la posibilidad de tener comida japonesa a domicilio y para llevar en épocas de encierro. De verdad.
Esa emoción de abrir un paquete que desprende aromas a arrocito al vapor y a soya nunca fue tan fuerte como ahora que los mejores restaurantes de la ciudad también llegan hasta la puerta de nuestras casas.
Así pasa con ryoshi, un restaurante en Polanco que nos había cautivado con su decoración en luces tenues, piedra y diversos tonos de verde. Aunque sea posible ir a sentarse en esa maravillosa barra, los sabores de su cocina siguen robando el corazón pero ahora en la comodidad de nuestro hogar.
No es que queramos quitar crédito a las cadenas de sushi en masa que siempre habían tenido servicio a domicilio ni tampoco desprestigiar a los intermediarios que reparten la comida pero es que pedir a ryoshi para llevar es simplemente una experiencia distinta y muy superior.
Es por eso que decidimos hacer una lista de detalles que notamos al recibir ese paquete que nos presagió una comida digna de cualquier emperador japonés.
Da gusto ver cada vez menos plástico en los paquetes para llevar. En este caso, la mayoría es cartón y tiene diseños ergonómicos muy ingeniosos para que la sorpresa al abrirlos y ver la comida sea aún mejor.
Quizás eres más de ponzu o en una de esas prefieres el sabor fuerte de una buena soya fermentada. La buena noticia es que ryoshi manda ambas y además un poco de chiles aparte para tropicalizar tu sushi.
Amamos los cortes de pescado que tiene la comida japonesa pero son platillos peligrosos: uno puede descubrir mucho de la calidad en los ingredientes de un restaurante con ellos. En este caso vienen tres especies distintas tan frescas y de textura tan untuosa que no necesitan absolutamente nada para ser deliciosas.
¿Reconoces esas láminas rojo fosforescente que suelen acompañar los rollo de sushi? En lugar de ellas, ryoshi manda el jengibre en su forma más pura, sin tanta parafernalia: rebanado y en conserva pero ahorrándose los colores extraños.
Igual pasa con el wasabe, notarás que es un poco más pálido de lo que estás acostumbrado y esto es porque se utiliza menos proporción de pasta en conserva.
En el sashimi viene una hoja bastante bonita a la vista que puede pasar desapercibida para muchos. Para no tener la desfortuna de terminar en la basura, te recomendamos que la pruebes: el shiso es algo así como la hoja santa japonesa, muy aromática y perfecta para dar un toque de elegancia al arrocito y al pescado.
Estamos acostumbrados a ver rollos enormes de sushi e irnos con la finta de que estamos obteniendo más por nuestro dinero pero en este caso, los de ryoshi son más pequeños y no les hace falta nada: tienen un sabor muy equilibrado entre el arroz y cada ingrediente extra brilla con luz propia.
El arroz frito podría ser una comida completa por sí mismo: vegetales, huevito e incluso algunas carnes componen a este plato que viene sazonado de avanzada y sabe delicioso aún sin agregar soya -aunque claro que puedes complementarlo a tu gusto-.
Sí, el nabo rallado del sashimi, las algas, la hoja de shiso -de la cual ya hablamos pero es tan maravillosa que merece un tratado completo- y cualquier decoración que veas debe ser comestible.
No te limites a pedir un sake con tu comida japonesa a domicilio. Ryoshi tiene distintos cocteles que combinan los mejores ingredientes mexicanos con algunos toques asiáticos.
El de jamaica con tequila y shiso está maravilloso.
No importa si es una terrina de coco, unos auténticos mochis japoneses o el maravilloso cheesecake de caramelo y macadamia, no dejes de pedir el gran final de tu comida.
Este último merece una ovación: una rebanada generosa de pay de queso aromatizada con caramelo y bañada en dulce de leche. Para ponerlo guapo, mitades de macadamia y palomitas en la parte de arriba.
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