El congelador es un cofre del tesoro de delicias de cocina. En él puedes encontrar verduras para preparar la cena o fruta congelada para alegrar el día. Bayas, cerezas, duraznos, mango o lo que sea y de cualquier temporada.
Los alientos almacenados ahí pueden durar meses; de esta forma puedes tener mango en pleno invierno o fresas durante todo el año. Sin embargo, muchas veces caemos en la monotonía y no las aprovechamos tanto como podríamos.
Para que no desaproveches aquí te damos algunas ideas para utilizar esa fruta congelada en muchas más cosas, desde el postre hasta la cena.
Esos waffles y hot cakes esponjosos están listos para ser coronados con moras y fresas pero no solo puedes colocarlos hasta arriba de esa torre de panecillos. Si te gusta el sabor dulce utiliza tu fruta congelada para hacer mermeladas, compotas y hasta jarabes.
¿Nunca has hecho? Aquí te decimos las diferencias y cómo preparar cada una.
No tienes que esperar hasta que se descongele para usar tu fruta, de hecho puede ser un ingrediente con doble función que aporta sabor y además enfría y refresca. Úsala para hacer infusiones, sangría, ponche o limonada.
Si tienes ganas de un buen coctelito para el calor, mézclalas con un poco de vino tinto y estos ingredientes para hacer un maravilloso clericot. Así la comes parcialmente congelada y es ideal para las temporadas de calor.
Estamos acostumbrados a consumir la fruta congelada en cosas dulces, sin embargo, la puedes aprovechar perfectamente para acompañar tu domingo de carnita asada y sazonar tus cortes con salsa o chutney de mango, durazno o fresa.
Las vinagretas a base de frutas también son una gran opción y al mezclarlas con chile. Una gran recomendación es naranja o durazno con habanero.
El pay de piña o de manzana no necesariamente deben prepararse con frutas en almíbar en caso de que no estén en temporada. ¡Saca esa fruta congelada y manos a la obra!
También le puedes dar un giro y hornear panecillos con rellenos de fruta, ya sea higo o hasta kiwi.
Este postre es muy parecido a un batido o smoothie pero su consistencia es tan espesa que más bien será un helado. ¿Cómo? Utiliza fruta congelada prácticamente sin añadir nada más y llévala a la licuadora hasta obtener una consistencia suave.
Básicamente cualquier fruta que tengas en la nevera puede utilizarse, pero como tip te decimos que pelar un plátano llevarlo al congelador y después de al menos 6 horas molerlo es un gran postre, además de nutritivo y natural.
Esta forma de comer las frutas no es nueva, en Estados Unidos se conoce como “Nice Cream” y es perfecto para quienes no consumen lácteos. No tiene sabores artificiales, conservadores ni azúcar agregada. En esta técnica el plátano se suma a cualquier otra fruta con la finalidad de hacer el nice cream más cremoso. Lo mejor es que no toma protagonismo y deja a las frutas brillar con su propio sabor.