Chocolates Costanzo, una muy dulce tradición

Por Animal Gourmet

San Luis Potosí es un lugar de ensueño. Es cuna de las famosas enchiladas potosinas, los taquitos camila, los cabuches y los chocolates Costanzo; un territorio lleno de matices que hacen una cocina rica y variada.

Recorrerlo es toda una aventura; el norte tiene un desierto místico entre cerros encantados donde los huicholes hacen sus ceremonias espirituales y el sur tiene magníficas cascadas y paisajes que forman parte de la Huasteca.

El estado alberga un pedacito de cielo que, aunque es muy conocido por los locales, permanece como un secreto bien guardado al resto del país: los Chocolates Costanzo. Basta con que pruebes uno para enamorarte por completo de esta dulcería y elegir un favorito es una tarea verdaderamente difícil.

Gomitas, chocolates, bombones: un paraíso llamado Costanzo

No hay nada que cause más ilusión que ir caminando por el centro de San Luis y percibir un aroma dulce; al tiempo, ver un local con vitrinas que delatan bombones rellenos de toda clase de sabores.

A esta tienda la hicieron famosa sus chocolates pues son elaborados con cacao 100% mexicano, productos naturales de la más alta calidad y siguiendo fielmente las recetas originales de su fundador. Sin embargo, también golosinas de cualquier variedad.

Entre los más pedidos está la duquesa, un sándwich de galleta relleno de jalea de frutas con cubierta de chocolate amargo; la princesa, un bombón de chocolate amargo relleno de fondant y jalea de limón o naranja; el púrpura y oro envuelto, un caramelo crocante relleno de cacahuate y cubierto de chocolate y la nuez encanelada cubierta con jarabe de cajeta y canela.

Ni qué decir de las tablillas de puro chocolate que nos roban el corazón: los enanitos envueltos en un empaque rojo y simpático que siempre recuerdan la infancia; los tornillos, mucho más sustanciosos y serios pero igual de ricos.

Por si tienes antojo de preparar una espumosa y aromática taza de chocolate caliente en casa y acompañar el pan de la merienda, también tienen opciones ricas.

Pero aquí la variedad en sabores y presentaciones es algo que tienen en abundancia. Gomitas de todos los colores y sabores adornan las vitrinas y a cualquiera le nacen las ganas de regresar a la infancia para comerlo todo.

Entre las mejores están los gajos de limón y naranja o los corazones de fresa. También hay opciones más mentoladas como las de eucalipto que bien alivian un dolor de garganta.

De Turín hasta San Luis

La tradición de esta chocolatería se remonta a su creador don José Costanzo Navazzotti, quien nació en Turín, Italia en 1890 y que a su llegada a San Luis Potosí en los años veinte, comenzó a trabajar en la fábrica de dulces La Victoria. Diez años más tarde abrió su propia empresa en casa, ubicada en la calle de Guerrero.

Con el tiempo sus dulces fueron ganando popularidad por lo que don Costanzo decidió abrir nuevas chocolaterías, como aquella junto al Cine Azteca frente a la Plaza de Armas.

José Costanzo falleció en 1966; sin embargo, la familia Costanzo Palafox continuó con el trabajo y la dirección de la empresa, adquiriendo nuevos terrenos e impulsando a sus trabajadores para que ellos también vendieran los dulces.

Actualmente, los Chocolates Costanzo son una tradición potosina que en cada dulce bocado nos recuerda el gran trabajo de calidad que es capaz de realizar cuando se tiene una verdadera pasión.

No te quedes sin probar las nueces cubiertas de chocolate, los picostanzos y los chiclosos de cacao.

Puedes encontrar estos productos en Aguascalientes, Querétaro, Guanajuato, Jalisco, Zacatecas, Nuevo León y en el Distrito Federal; además por supuesto de San Luis Potosí.