La primera luna llena de primavera se aprovecha para una fiesta muy importante de varias culturas y religiones. Aunque las razones son distintas, hay algo en común en todas ellas: la comida es esencial en todos los lugares donde se celebra la Pascua.
Y no, no sólo estamos hablando de los huevos de chocolate que deja un conejo escondido para los niños el domingo de resurrección. Cada cultura tiene platos con simbolismos diversos de esta temporada que da identidad a sus creencias.
En la tradición cristiana, la pascua es una temporada que dura cuarenta días después del domingo de resurrección de Cristo. Cada rama de esta religión tiene maneras muy peculiares de rendir honor a esta fecha que es de las más importantes.
Por su parte, los judíos celebran en el Pesaj la liberación de su pueblo de la esclavitud hacia los egipcios. Pasaron cuarenta años de sacrificio y sufrimiento para llegar a ser liberados y esta fiesta representa la humildad de la raza humana.
A continuación te presentamos ocho de los elementos gastronómicos más relevantes de las fiestas de pascua.
En la tradición católica y anglicana del Reino Unido, se esconden huevos de chocolate como una actividad que acerca a los niños a la esperanza de encontrar a Cristo resucitado.
El mensajero es un simpático conejo que simboliza la vida y la fertilidad.
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Es un pan sin levadura que se come en la pascua judía, también conocido como Pesaj. Se cocina solamente con ciertos granos aprobados por las autoridades eclesiales, agua y fuego. Representa sacrificio, aflicción y libertad.
Por otro lado, se cree que durante el éxodo Dios mandaba cada día el maná, que era el alimento con el que sobrevivieron los judíos durante cuarenta años. La matzá es la recreación de este milagro y evoca a la sencillez humana.
Un platillo emblemático de las pascuas sajonas hace referencia al conejo que lleva los huevos a los hogares de los niños con fe.
El pastel de zanahoria es una especie de ofrenda a este animal que simboliza la fertilidad y la vida. En Inglaterra y Estados Unidos se volvió el postre tradicional de la época y se prepara con especias y un betún de queso.
Con toda la emoción que provoca comerlos en cuaresma, los huauzontles -y otros quelites como los romeritos- se preparan también en la época de Pascua.
Se trata de unas tortitas preparadas con huevo montado y sazonadas en mole rojo o negro. Los quelites representan la humildad del pueblo mestizo que fue evangelizado en la colonia.
Al ser ingredientes baratos, evocan al sacrificio de comer fuera del lujo y la comodidad en búsqueda de la vida eterna católica.
Uno de los símbolos más representativos de la pascua judía o Pesaj es un plato con siete elementos comestibles donde cada uno tiene un significado distinto. Se encuentran, por ejemplo, huevos duros, hierbas amargas y una conserva llamada jaroset.
Esta mermelada se elabora con distintas frutas acorde a la rama del judaísmo de la que se esté hablando. La más común es la idish, preparada con chabacanos, manzanas, dátiles y frutos secos.
Representa el trabajo durante el éxodo de sus antepasados y el de cada fiel en el presente.
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La iglesia ortodoxa griega tiene una tradición de comer cordero en las pascuas de resurrección haciendo alusión a los simbolismos cristianos con este animal.
Pero no es una preparación cualquiera, se trata de un potaje enriquecido con arroz, huevo y limón.
Esta rosca se prepara en Italia -específicamente en la región de Nápoles- durante las fiestas de pascua. Es un pan salado cuya forma circular representa la eternidad de Dios.
Va relleno de salami y queso pecorino, aunque la receta varía conforme a cada casa. Lo que permanece constante es que se decora con huevos duros cubiertos por cruces de masa que evocan a la Pasión de Cristo.
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Los rusos tienen una interpretación particular de la comida de pascua celebrada desde su iglesia ortodoxa. Para esta temporada se prepara un pan dulce con sabores almendrados que se aromatiza con Brandy.
El glaseado es importante: está hecho con azúcar glass y sirve para decorar con chochitos de colores que representan la alegría de la vida y la resurrección de Cristo.