Es muy sencillo encontrar mayonesa incluso en la tiendita de la esquina pero nada se compara con el sabor que tiene la casera, aquella que se prepara al gusto.
Ya sea por su textura, porque podemos experimentar agregando más ingredientes o simplemente porque al hacerla nosotros mismos adquiere un sabor especial, esta mayonesa es perfecta para sorprender a cualquiera.
Esta receta la sacamos del libro Salt, Fat, Acid, Heat de Samin Nosrat. Es una gran primer acercamiento a la cocina así que si es uno de tus propósitos, te recomendamos darle una hojeada.
En primer lugar, hay que asegurarse que todos los ingredientes estén a la misma temperatura para evitar que se corte.
Colocar la yema en una batidora o en un recipiente. Si se va a hacer a mano, poner sobre un trapo para evitar que se mueva.
Batir con una pizca de sal hasta que la yema comience a ponerse pálida y a duplicar su volumen.
Poco a poco, agregar el aceite en forma de hilo. Esto quiere decir que debe ser constante pero en dosis pequeñas.
Seguir batiendo hasta que tome una textura firme y esté color marfil. Terminar con el jugo de limón cuidando que no se vayan las semillas.
¡Listo! Tienes mayonesa casera para los esquites, las tortas, sándwiches o lo que se te antoje.
El equipo de Animal Gourmet dedica esta receta a una mente maestra que dejó el nido hace una semana, a la que vamos a extrañar y que guió los pasos de diseño y programación por tanto tiempo. ¡Muchas gracias por todo, Yos!