Con la propagación del COVID-19 es muy importante tener reglas sanitarias que nos ayuden a no enfermarnos, hacer limpieza profunda en casa es una de ellas.
La cocina es uno de los espacios donde pasamos la mayor parte del tiempo, sin exagerar podríamos decir que es el epicentro de los hogares.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de lo que comemos pasa por procesos bastante extensos; aunque sepamos que muchos de ellos tienen tratamientos cuidadosos no está de más ser prevenidos y mantener todo en orden.
Nuestro aspecto y la relación que tenemos con cada objeto que nos rodea puede llegar a decir mucho de nosotros, sobre todo si se trata de la higiene.
Un estudio realizado por científicos de la Universidad Mauricio examinaron 100 trapos de cocina utilizados durante un mes. ¿El resultado? De las franelas recolectadas, el 49 por ciento presentaron un crecimiento bacteriano del 36.7% mientras que el porcentaje de otros fue de 14.3%.
Los microorganismos se propagan de manera inmediata por lo que es primordial ser meticulosos y pulcros. Checa estos tips, te funcionarán al cien.
Cuando hacemos el súper adquirimos productos que sirven para dos o tres veces, después de algún tiempo los dejamos en el olvido y se quedan hasta atrás de nuestra alacena.
Recuerda que muchos de ellos tienen una vida útil determinada; ocuparlos sin fijarnos en la fecha de caducidad podría ser perjudical para la salud.
Te recomendamos que hagas una limpieza profunda y que saques todo aquello que ya no funcione para darle espacio a lo nuevo.
Aunque no lo creas, hasta en el mínimo rincón se juntan las bacterias. Es importante que limpies de manera cuidadosa con cloro y desinfectante las superficies de la cocina, así como las perillas o encimeras.
Hay cepillitos especiales que te ayudarán para quitar los residuos de polvo o de comida que se hayan quedado después de cocinar.
Tal vez tengas la costumbre de combinar el agua con un poco de jabón y dejarlo en un recipiente para lavar los trastes. Es una gran opción si se trata de ahorrar, pero lamentamos decirte que es un foco de infección.
Si no quieres dejar de hacerlo, una alternativa es que cambies el jabón cada dos días, agregues la mitad de un limón y un chorrito de cloro.
La principal característica de los refrigeradores es mantener frescos y en buenas condiciones los alimentos.
Por eso mismo es importante tener un buen orden dentro de él, al haber muchos alimentos es normal que los olores se mezclen entre sí y que en algunas ocasiones no lleguen a ser nada agradables.
Te recomendamos que hagas una limpieza exhaustiva de tu refrigerador -también con cloro y desinfectante- y que tires lo que ya no está en buen estado.
Si hay malos olores recurre al bicarbonato o a los productos especializados para quitar el desagradable hedor a humedad.
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Destina dos o tres trapos para el uso exclusivo de la cocina, con esto evitarás ir dejando bacterias en otros lugares. Puedes ocupar uno para limpiar las superficies, otro las ranuras de la cocina y otro más para el uso del refrigerador.
Si algo se derrama y limpias con él, asegúrate de enjuagarlo muy bien y darle una tallada con cloro y jabón.
El chiste está en no ir esparciendo bacterias.
Hay que ser sinceros, en ocasiones pueden pasar días sin que guardemos los trastes que ocupamos durante el día.
Lo más recomendable es que después de que ya se hayan escurrido y estén completamente secos, los guardes en tus compartimentos o alacena. Esto evitará que se vuelvan a contaminar, ya sea por el uso común o polvo.
Es fundamental hacer una limpieza profunda en nuestras casa, ya que ahí será el lugar dónde pasaremos más rato en estos días de contingencia.