Tal vez en algún momento de la vida la has visto y confundido con un camarón o langosta. La acamaya es un crustáceo que tiene un parecido muy singular a estas dos especies marinas y aunque su similitud es contundente no son para nada iguales.
Este crustáceo se ha consumido desde la época prehispánica. Su nombre proviene del náhuatl acatl, caña, y mayatl, mayate lo que significa “escarabajo de las cañas”.
Una de las principales diferencias que tiene la acamaya sobre el camarón y la langosta radica en la forma y el tamaño. Se reproducen depositando huevecillos en aguas dulces, sobre todo en ríos. Actualmente las acamayas se dan principalmente en la vertiente del Golfo de México.
Por una parte, la acamaya llega a medir unos 8 cm de largo aunque en muchas ocasiones los machos pueden medir 18 cm y las hembras 15 cm, sin considerar las tenazas. Los camarones, por su lado, tienen una longitud de entre 1.2 a 30 cm y las langostas de 25 a 50 centímetros.
A diferencia del camarón, la composición de la acamaya es más robusta; tiene un color amarillo pálido con tonalidades color azul y pequeños puntos color rojo. Después de su cocción toma un color rojo naranjoso muy potente.
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En algunas ocasiones, debido a la contaminación y a la sobrepesca, la acamaya llega a ser muy escasa; sin embargo, actualmente existen granjas en regiones del país, como en Ayotoxco, Puebla donde se dedican a la preservación de esta especie para después poder venderla.
Las acamayas que crecen de manera natural en los ríos de Puebla, Oaxaca, Chiapas y Veracruz, son las más apreciadas y valoradas.
La manera en como se consume este crustáceo puede variar dependiendo la región. En Tabasco y Chiapas, por ejemplo, se prepara al mojo de ajo, en salsa verde, a la plancha, en chipotle, o en sopa de mariscos.
En Oaxaca la cocinan con chile guajillo, chile ancho, jugo de naranja, laurel, orégano, comino y ajo.
Si llegas a visitar el estado de Veracruz, municipios como Coatepec, San Rafael, Cempoala, Cuitláhuac y Jalcomulco la aprovechan en un sinfín de platillos, el más popular es el pipián de acamayas.
En el norte del estado, los nahuas hacen huatape con ellas. Esta es una preparación que tiene como base chiles molidos, mariscos, pescado, pollo, carne, vegetales y en muchas veces le incluyen quelites, este tipo de sopa va espesada con maíz.
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En Puebla, en los tianguis y mercados los indígenas las venden por docenas insertadas en varas, pueden ir cocidas o asadas.
Lo increíble de la acamaya es que la podemos comer de maneras deliciosas y diversas, si tienes oportunidad de viajar por alguno de estos estados, anímate y pruébala.